29 de enero de 2015

LOS PREJUICIOS MASCULINOS HOY EN DÍA

En muchas ocasiones el hombre suele quedar atrapado por recuerdos que por razón de prejuicios sociales no se quieren aceptar. Es el gran drama del hombre moderno, que vive en un mundo que no se corresponde con los valores que se le han inculcado. Mantiene una relación sentimental pero no acepta a la otra persona, por lo que sufre y hace sufrir. Este hombre querría olvidar porque no está preparado para vivir recordando lo que le atormenta. 

Emocionalmente, un mal recuerdo paraliza e impide hacer crecer una relación. Esto se manifiesta especialmente en los prejuicios de género (machismo), ya que usamos nuestra memoria para informar a nuestra comprensión de las consecuencias de acciones pasadas en el instante que estamos viendo en ese momento. En otras palabras, un mal recuerdo nos impide juzgar positivamente a la hora de decidir sobre una mayor vinculación emocional. Por eso la solución no es olvidar, sino asumir sin olvidar, algo muy complicado en materia de prejuicios por lo vinculados que están a la personalidad.

Pero, ¿debe atarnos la memoria o debe ser un instrumento para razonar?. Aquí llega el problema de los prejuicios masculinos y las patologías psicológicas causadas por la obsesión con un recuerdo inaceptable por razón de prejuicios de género. 

Las mujeres han sido educadas en la creencia de que un día vendría un príncipe azul y se encuentran con un sapo cervecero. El hombre también creía en su princesa rosa, pero a esta imagen idealizada de mujer le rodean una serie de circunstancias que no se corresponden con una serie de prejuicios tradicionales que subsisten hoy en día (aunque no se vean). 

A muchos hombres con estos problemas psicológicos de inaceptación de su pareja, les encantaría sufrir una amnesia que  les borrase de la memoria todo lo que preferirían que no hubiese ocurrido. Sin embargo, el trastorno psicológico produce el efecto contrario, en lugar de olvidar, recuerda.

La memoria es esencial en la personalidad, es un error recomendar el olvido, además de que es imposible. Hay hombres tan afectados por ciertos recuerdos que mienten al decir que lo superan. Lo hacen para conservar a su pareja, pero no dejan de atormentarse recordando lo que no pueden olvidar. Estos hombres nunca serán capaces de crecer en esa relación porque no se corresponde con su forma de pensar. Este tipo de hombres son más de los que parecen. La mayoría se calla, muy pocos reconocen que les superan sus prejuicios, pero hay pruebas irrefutables. 

Olvidar es imposible, aceptar a veces tampoco, aunque se intente.  Nadie tiene que ser obligado a aceptar lo que no quiere. Así que lo correcto para un hombre es saber sus limitaciones, ser honesto y respetar el bien más precioso del ser humano, su libertad. Libertad para hacer y libertad para no aceptar lo que otros hacen.
 


 

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