SUBIR AL BALCÓN PARA TOMAR PERSPECTIVA

Poner distancia a los problemas.

Cuando las agendas eran libros en los que anotar, la gente con experiencia escribía los problemas a dos semanas vista. Cuando pasaban las dos semanas el problema que parecía enorme se había solucionado sin hacer nada.

Así es la perspectiva del tiempo, como el espacio. Cuando más cerca más grande nos parece. Con la distancia se empequeñece.

Basta con mirar atrás en nuestro pasado y recordar aquellos problemas que pensábamos insuperables. Luego el tiempo cura las cicatrices y de un modo u otro se abren ventanas cuando se han cerrado las puertas.

En los pueblos cuando se habla de estas cosas se dice que hay que subir al balcón. A píe de calle los problemas parecen abrumadores, así que uno se sube al balcón y ve las cosas como son, con otra perspectiva, con un poco de distancia.