29 de abril  de 2017

CUIDADO CON ABUSAR DEL COLUTORIO

Todo en exceso es malo.

Los griegos y lo romanos ya elaboraban sus propios elixires a base de hierbas, leche, carbón, menta e incluso orina, por su contenido de amoníaco. Hipócrates fabricaba uno con vinagre, sal y polvo de mineral de alumbre. 

A finales del siglo XIX se empezó a comercializarlos para garantizar una buena salud bucodental libre de caries, placa y mal aliento. 

Según los expertos, el enjuague aporta beneficios como complemento del cepillado, aunque no es necesario para la limpieza bucal y tiene desventajas.

Peter Arsenault, odontólogo y profesor del Tufts University School of Dental Medicine, declaró en el 'The Wall Street Journal' que estos líquidos tenían beneficios, pero que su uso no era esencial, ya que apenas tenían efecto sobre las bacterias que causan el mal aliento. 

El uso de colutorios no añadiría mucho más a la limpieza ya que nunca va a poder reemplazar a la pasta y el cepillo, sino que es más útil para reforzar.

Según la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) el uso de colutorios como complemento del cepillado dos veces al día disminuye los índices de placa un 50-55% y la gingivitis en un 45%. 

El problema es que puede tintar los dientes y la lengua, alterar el sentido del gusto, descamar y resecar la mucosa oral, favorecer el depósito de cálculo gingival, producir reacciones alérgicas, reducir la flora bucal y favorecer la aparición de resistencias si se utiliza durante largos periodos de tiempo. 

En cuanto a su contenido, la clorhexidina es el agente antimicrobiano más eficaz y está presente en la mayoría. Su concentración varía entre un 0,12% y un 0,20%, y dependiendo de ello se necesitará un volumen de producto (de 10 a 15 ml) y tiempo de exposición (de 30 a 60 segundos) determinados. 

La clorhexidina tiene principalmente dos acciones en función de la concentración a la que se use:
 

• Acción antiplaca. Se forma un depósito de clorhexidina de disolución lenta en todas las superficies dentales, lo que le convierte en antiplaca.
• Acción antibacteriana. Es bacteriostático (deteniendo el crecimiento de los microorganismos) a bajas concentraciones y bactericida (destruyendo las bacterias) en concentraciones altas.
Hay polémica en cuando al alcohol debido a que algunos estudios lo han relacionado con el cáncer oral.   

Mientras que los enjuagues bucales son prescindibles en la higiene diaria, el uso de seda dental y cepillos es necesario para retirar los restos de comida que quedan en el triángulo que forman los dientes con la encía, ya que podrían pudrirse y causar infecciones y mal aliento. El hilo dental se utiliza para los espacios pequeños, donde no llegan los cepillos normales. 

Se recomienda dejar pasar 30 minutos entre el cepillado y el enjuague y no beber o comer nada durante ese tiempo.  

CLASES DE COLUTORIOS

• Clorhexidina: tiene una acción antiplaca y antibacteriana y está especialmente indicado cuando existe una enfermedad periodontal o lesiones de la mucosa orla, y con fines preventivos antes de una cirugía oral. En estos casos el tratamiento dura dos semanas y deben realizarse dos enjuagues bucales diarios de 30 segundos cada uno. Esto es importante, pues si se utiliza durante un tiempo prolongado produce la tinción de los dientes y las encías, además de reducir el sentido del gusto.
  
• Hexitidina: tiene una acción antiséptica y antifúngica y puede acelerar el proceso de cicatrización tras una cirugía periodontal. Se añaden sales de zinc para reforzar su acción antiplaca. Su uso diario elimina las bacterias patógenas y permite la subsistencia de aquéllas otras que no lo son. También tiñe los dientes y la mucosa oral.
 
• Povidona iodada: es bactericida y fungicida. Se utiliza fundamentalmente para evitar la progresión de la gingivitis, así como para periodontitis resistentes a otros tratamientos.
  
• Aceites esenciales: son eficaces en la eliminación de placa bacteriana y la disminución de la gingivitis. Suelen ser amargos, aunque en la actualidad se comercializan con distintos sabores. También contienen alcohol y producen una sensación inicial de quemazón.
  
• Fenoles: son del mismo grupo de los aceites esenciales. Tienen una acción antiplaca y antiinflamatoria. Se añaden otros componentes para reforzar el efecto de agente activo más importante, el triclosán.
  
• Productos naturales: sus componentes esenciales son extractos de plantas (aloe vera, sanguinaria, propolis, etc.). Se atribuyen a sí mismos propiedades antimicrobianas, si bien esta afirmación no suele estar respaldada por estudios científicos reglados.
  
• Fluoruros: su contenido de flúor les confiere una especificidad en la prevención de la caries, si bien su efecto antiplaca es significativamente inferior al de otros colutorios.
  
• Sales metálicas: se necesitan altas concentraciones de estas sales (como el fluoruro de estaño) para que actúen eficazmente en la inhibición de la placa bacteriana. Hay que advertir que, además de su mal sabor, pueden suponer una cierta toxicidad.
  
• Agentes blanqueadores: se utilizan para reforzar y mantener el efecto de un tratamiento blanqueamiento dental profesional.
 


 

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