10 de mayo  de 2017

VIAJE A LAS FLORES EN VIDA

Dedicado a todos los que dedican su tiempo a los mayores.

Les dijo a sus hijos y nietos que las flores en vida.

La primavera es la vida. Llega un día en que uno se pregunta si le quedarán muchas primaveras. 

Seguro que habrá muchas primaveras, pero ella se miraba los años en su pasaporte y dudaba. Así que en lugar de entristecerse les dijo a sus hijos y nietos que las flores en vida.

Por la mañana temprano se fueron a una feria flamenca. Bebieron y bailaron al ritmo de las guitarras. 

Va una flor al pelo.

Se fueron a comer a un pueblecito perdido que celebraba una fiesta con una caldereta cocinada por unos amigos. Comieron de los enormes pucheros, bebieron, hablaron con los desconocidos más curiosos y tomaron café con los amigos cocineros en un pequeño bar de pueblo que tenía como máquina de café una pequeña cafetera individual. 

Va una flor al pelo.

Salieron corriendo para volver al flamenco. Ya de noche. Con frio. Con el placer de escuchar. Con el placer de saber que ya no se puede exprimir más al día.

Va una flor al pelo.

Muy de mañana viajaron hacia el norte. Comieron juntos en un antiguo pueblecito precioso y brindaron por los años. Por la tarde bajaron a una cueva y se encontraron con las estalactitas y las estalagmitas. No era una cueva muy grande. Era larga y llena de encanto, de estas cuevas en las que a cada paso uno se siente como un espeleólogo que descubre un tesoro. Cuidado con la cabeza. Cuidado con el camino estrecho. Ella andaba segura en la oscuridad con los oídos bien abiertos para escuchar las historias de la cueva. El placer por aprender que llenó todos sus días

Va una flor al pelo.

A la salida de la cueva, buscaron el contraste y fueron monte arriba para descubrir árboles milenarios. Primero sabinas, luego robles y en lo más alto acebos. Ella andaba por la montaña soportando el peso de la altitud sobre su delicado corazón. Los tres se hacían fotos y recogían semillas que plantar. El brazo del viajero era el bastón de montaña.

Va una flor al pelo.

Ella estaba contenta y agotada, había recibido tiempo y vida, esos momentos eran lo que ella llamaba flores, esas flores que quería en vida.
 


 

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