EL AMOR EN EL SIGLO XXI.

El amor se vuelve más sincero, independiente y se desvincula de las costumbres e imperativos sociales.

La sociedad actual vive una nueva forma de "amor consciente" separado de formas tradicionales con las que lo confundía, tales como el matrimonio o la sexualidad, según el doctor y escritor mejicano Federico Ortiz Quezada, autor del libro "Amor y desamor" (Taurus, 2007). 

En entrevista realizada a propósito de la aparición de su libro, el especialista consideró que sobre todo en el siglo XX, el amor se está convirtiendo en "algo más sincero, más honesto", a partir de la toma de conciencia que ha hecho la mujer de sus derechos, sentimiento del que ha contagiado al sexo masculino. 

En su opinión, así como hubo una época de amor libertino, de amor cortés en el pasado, "ahora estamos empezando a desarrollar una forma de amor consciente porque lo que se está dando es una nueva etapa del amor; antes, el amor se veía como sometimiento a las voluntades de los demás, de las costumbres, de la familia". 

"Ahora, el amor comienza a ser una etapa de independencia, de voluntad de amar que está rodeada de muchos pormenores, pero que es fundamentalmente consciente" y que es producto del desarrollo de la conciencia; de una mirada más extendida sobre lo que sucede a nuestro alrededor y que ha evolucionado", explicó. 

Afortunadamente, agregó, "estamos separando la sexualidad del amor, la gente empieza a separar algo que no sabíamos hasta hace poco, los jóvenes confundían sexualidad con amor, ahora por primera vez se separan y el amor se convierte en algo más serio: en voluntad de amar, responsabilidad, ternura, respeto, compañerismo". 

Entre las convenciones sociales que se están dejando atrás, argumentó, "la gente se está dando cuenta que el matrimonio es un contrato, antes se confundía al matrimonio con amor y el matrimonio no tiene nada que ver con él; hay muchas parejas que se aman y no se casan y muchas que se casan y no se aman". 

En su nuevo trabajo, el especialista en urología y temas relacionados con la sexualidad, ofrece una investigación sobre los aspectos antropológicos, psicológicos y filosóficos reflejados en el amor desde el pasado hasta la actualidad, misma que inicia con la división de esta emoción en amor y desamor. 

Ahora, dijo, "la gente se está dando cuenta que por un lado corre el matrimonio, que es un contrato, y por el otro lado el amor, eso está llevando a otras situaciones, si la gente no se compromete o no ama, pues no se casa, o si está casada se divorcia, lo que implica una situación más libre, responsable y moderna. 

Para el especialista, la razón de estos cambios está en la toma de conciencia que la sociedad ha asumido de los fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos que suceden a nuestro alrededor, además de que el primer paso para el cambio empezó a darse con la exigencia de los derechos femeninos. 

El viraje en la idea del amor, explicó, "se da sobre todo en el siglo XX y tuvo mucho que ver con la presencia de la mujer exigiendo sus derechos, el amor lo inventó la mujer, es un ser que ha construido mucho el amor, por eso el paradigma del amor es la madre, la influencia del feminismo y su participación ha hecho que el amor sea considerado más en serio". 

Con su independencia, agregó, "la mujer ha hecho ver a los hombres esta transformación, el amor es una característica más femenina que masculina, lo que los hombres hemos asumido más, es la educación y el orden, el hombre con los cambios culturales está asumiendo el amor de una manera más correcta, muy clara". 

Para Ortiz Quezada, hombre y mujer "estamos entendiendo que para amar es necesario construir el amor mediante el respeto, la ternura, la comprensión, la voluntad de dar, y que no es un fenómeno dado como antiguamente se pensaba", que llevaría a una especie de gobierno del amor entre los hombres. 

En el futuro, pronosticó, "vamos a llegar ser mejores seres humanos en todos los aspectos, la conciencia que estamos desarrollando es mucho más profunda que nos está permitiendo advertir nuestro consciente y nuestro futuro de mejor manera; el amor es un compromiso inagotable porque está en nuestras emociones y nosotros nos debemos a ellas". 

"Si se agota el amor se agota el hombre, pero con el camino que lleva este sentimiento, nos volveremos seres más sabios, reflexivos, oportunos y esto redundará en nuestras vidas que ciertamente serán mejores, transformará sociedades y generaciones", conluyó el escritor.