Después de mucho esfuerzo
hemos sacado a los colegas de la sección "mente" a unas clases de
baile. Hemos empezado por la salsa y el resultado ha sido desastroso pero
no se han desmoralizado. Empezaron a divagar sobre la relación entre
la mente y las matemáticas o movimientos rítmicos, pero enseguida
les mandaron callar y ponerse a bailar con unas chicas que bailaban
de cine. Este era el paso más complicado, empezar, pero ya se ha
empezado. Como dice una de nuestras lectoras, el hombre perfecto debe saber
bailar, así que ¡a ser perfectos!.