EL BAILE. ENTRE LA SEDUCCIÓN Y EL MIEDO AL RIDÍCULO. Reacciones masculinas ante el baile. Por lo general, las mujeres disfrutan del baile, tienen una actitud positiva hacia el ritmo y la música. El baile es un método ancestral de relacionar a hombres con mujeres, facilita el acceso corporal a la mujer, demostrando habilidades, sociabilidad … Quizás por ese peso de la tradición en casi todos los bailes el hombre sigue llevando el ritmo, cuando lo lógico sería que lo llevase la persona que baila mejor o tiene mejor sentido del ritmo. El baile tiene muchas ventajas para el hombre, pero hay pánico a bailar. En cualquier baile nos encontraremos a hombres que miran desde la barra, copa en mano, sin atreverse a dar el paso y bailar con una mujer. Es un miedo primario a ser comparado con otros hombres con mejor técnica. Es el miedo al ridículo. Hemos visto el miedo al ridículo, pero hay otro miedo, al rechazo. El temor de pedir a una mujer que baile y se rechazado en presencia de otras personas. Aquí el lenguaje corporal lo dice todo. Hay hombre que se acercan a una mujer sin decisión, sin una actitud positiva, con miedo, y esta falta de seguridad conlleva el que sin quererlo vayan pidiendo un no. Luego están las reacciones a los no, desde las amistosas a las caras de frustración en casos extremos. Dicen los buenos bailarines que sólo hay una clave: sonreír y mirar a los ojos, quizás otra clave es que antes les hayan visto bailar bien. Pero lo mejor del baile es que cura
todos esos miedos, ayuda a perder la timidez enfermiza, a sociabilizar,
a relativizar el contacto y la relación hombre y mujer, a ejercitar
la memoria tridimensional, …. a ser mejor, a pasarlo mejor.
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