SORPRÉNDELA. 

¿Podríamos cenar juntos?.

La oportunidad de cenar con una mujer nunca se debe desperdiciar en un lugar lleno de ruidos y olores a grasa.

Si conseguimos que “ella”, cuando “sólo importa ella”, acepte cenar, debemos cuidar esta oportunidad, haciendo que sea una ocasión muy especial, única.

Por supuesto nunca se queda con ella en el restaurante, sino que se acude a recogerla. 

Luego el restaurante hablará por nosotros. Nunca se debe caer en la cursilería del sitio lleno de velas. Debe ser un sitio para recordar, para que ella pueda disfrutar contándoselo a sus amigas.

Por toda Europa se abren restaurantes ‘secretos’ y son la última moda. 

Son sitios difíciles de descubrir y de reservar. Sitios especiales para ofrecer a una mujer especial.

No todos los restaurantes ‘de incógnito’ son iguales. Los hay que sólo abren sus puertas por encargo de un cliente que desea tener una cena romántica o una celebración. En estos casos, el comensal elige previamente el menú y no tiene a ninguna mesa ‘extraña’ al lado de la suya. Sólo están él y sus acompañantes. 

Otra opción es el restaurante que se encuentra dentro de un local o edificio de acceso restringido, o incluso en tiendas. 

Uno de ellos es una tienda de antigüedades en Madrid, donde las mesas de los comensales se mezclan con las antigüedades. Sólo abre de noche y no caben más de 25 personas, 25 escogidos.

En Barcelona hay un restaurante en la primera planta de un edificio noble modernista en el Ensanche, con un magnifico patio interior y una preciosa biblioteca. 

Otro sitio en las afueras de Madrid es una especie de cocina de diseño y paredes móviles que permiten integrar la cocina en el comedor si se requiere.

A estos sitios sólo se puede acceder con una reserva previa y llamando a la puerta, como si de un domicilio particular se tratase.

Ahora sólo queda saber elegir los vinos, mantener una conversación animada, y lo más importante, no contrariarla. Hoy no, mañana.