CONTRA EL MACHISMO, TIEMPO.

Hicimos una encuesta y al final ¿para qué?. A una mujer como tu abuela ....uno se ata su yunta ...

La Cruz Roja española está haciendo unos cursos contra el machismo por España y lo curioso es que están detectando entre colegiales unos niveles de machismo que asusta.

Contaban el caso de un niño que justificaba su machismo porque no era lo mismo el trabajo de un minero que el de la mujer que se queda en casa. En la ciudad de este niño no hay minas. Su padre y su madre trabajan en una oficina.

Los roles de género están ahí, llevan siglos enclavados en nuestras culturas así que llevará tiempo arrancarlos.

Hicimos una encuesta entre 300 hombres españoles, de entre 30 y 50 años, de diferentes capas sociales, la pregunta ¿tolera Usted en la mujer la misma libertad sexual que en el hombre?.

La respuesta nos dejó helados. Más del 80% dijeron que ni hablar, que un hombre era un hombre. Así que no es de extrañar que las mujeres se lo callen todo. Cualquiera cuenta nada.

Pero al margen de los tópicos de que los dos trabajan, los dos pagan la hipoteca, pero uno gana menos y encima no tienen la misma libertad, lo mejor fueron los comentarios.

Decía un encuestado “claro que no nos gusta. ¿A quién le gusta que su mujer haya estado antes con otro?. Y no te quiero contar el día que te encuentras al individuo y se cruzan las miradas. Te imaginas que el estará pensando que te podía dar un par de consejos ¡por experiencia!. Ese día todo sale mal y hay disgusto seguro. Pero no hay más remedio que aceptar lo que hay en el mercado, sino no comes.”

Uno cuenta que su abuelo, que vivía en un pueblo de menos de cien habitantes, llevaba cincuenta años sin dirigir la palabra al exnovio de su abuela. Un día se casaron los nietos recíprocos y este no quiso ir a la boda para no ver al otro. El nieto le dijo, pero abuelo no seas celoso con un hombre que fue novio de la abuela hace cincuenta años. 

El abuelo le contestó: “Hijo, yo no soy celoso. No le niego la palabra por haber sido novio de tu abuela, sino porque la dejó, y a una mujer como ella uno no la deja, sino que se ata su yunta ...”.

Comprendimos la canción de Serrat “la mujer que yo quiero, me ató a su yunta, para sembrar la tierra de punta a punta”. Después de escuchar la historia del abuelo suspendimos la encuesta. ¿O nos olvidamos de ella?.