EL DEPORTE Y LA MEJORÍA DEL CUERPO Mejoría en todas las funciones vitales. Cuando se practica ejercicio regularmente, el aparato respiratorio funciona más eficazmente: se fatigan menos los músculos respiratorios y se puede realizar un ejercicio más intenso sin fatiga. Y se mejora la estructura y las funciones del aparato locomotor: ligamentos, tendones y articulaciones, reduciendo la pérdida de masa ósea con la edad (osteoporosis). También mejora el tránsito intestinal por lo que disminuye el estreñimiento. Además, se favorece la circulación sanguínea por lo que reduce el riesgo de desarrollar varices y trombosis. El deporte previene y controla los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial y ayuda a controlar sus niveles en individuos hipertensos. Y mejora el perfil lipídico con un descenso del colesterol-LDL (el “malo”), los triglicéridos sanguíneos y un incremento del colesterol HDL (el “bueno”). Permite prevenir y controlar
la diabetes, disminuyendo los niveles de azúcar en sangre y por
tanto las necesidades de insulina.
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