MENTIR PARA IMPRESIONAR Mentir para parecer otro. Mentir para impresionar u ocultar algo, como otra relación, nunca ha funcionado. Tarde o temprano habrá algún comentario, actitud, nos descubren. Pero lo frecuente es mentir por arrogancia, intentando transmitir que somos lo que en realidad no somos pero nos gustaría ser. Es una prueba evidente de falta de confianza en uno mismo. Otra forma de mentir es con los gestos. Por ejemplo, existe el error de pensar que si uno paga sin comprobar la cuenta en un restaurante aparenta tener mucho dinero, pero es lo contrario, todas las personas con dinero no pagan jamás sin haber revisado antes la cuenta. No tienen nada que demostrar, por eso lo demuestran. Dime de que presumes y te diré de que careces. En el momento de compartir la factura
también puede haber equívocos. Por ejemplo, un caballero
que insista en exceso en pagar la factura a una señora puede transmitir
hoy en día la idea equivocada de que considera que esa mujer sólo
estará con él si paga las facturas. En estos casos hay que
estar a la independencia económica de ambos y al nivel de relación,
edades, país, etc.
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