EL DESVÁN. Ética
masculina. |
VACÍO EMOCIONAL.
El sentido de la vida.
La pregunta no sería por
qué se vive, ni siquiera para qué se vive, la pregunta es
¿por qué se sobrevive?
Viktor Frankl sobrevivió
al Holocausto tras haber pasado siete años en campos de concentración,
y durante ese tiempo se dedicó a observar quiénes superaban
esa traumática experiencia.
Lo que Frankl percibió fue
que aquellos que tenían confianza en volver a ver a sus seres queridos,
un motivo para seguir adelante, una esperanza para después, algo
que les hubiera quedado pendiente y que tuvieran mucha necesidad de llevar
a cabo, tenían mejores probabilidades de sobrevivir.
Para Viktor Frankl, la raíz
de la motivación humana es lo que llamó “voluntad de sentido”,
por la que las personas que confían en un futuro mejor, logran trascender
las circunstancias del momento y encuentran un sentido en su vida más
allá de esas circunstancias.
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