EL MIEDO AL DESEO. BALZAC Y UNA BARONESA. Poco antes de morir, Freud leyó la piel de zapa, la novela de Balzac … Poco antes de morir, Freud leyó la piel de zapa, la novela de Balzac. Después de releer La piel de zapa, dijo a su doctor: "es el libro más adecuado que puedo leer en este momento, pues trata del encogimiento y de la inanición." La piel de zapa (“La peau de chagrín”) es una novela de Honoré de Balzac (1799-1850) y recoge la historia de un joven que recibe un pedazo de piel o cuero mágico que satisface cada uno de sus deseos. En sus apuntes se incluye la siguiente nota: La invención de una piel que representa la vida. Historia oriental "L'invention d'une peau qui représente la vie. Conte oriental." Esta novela inspiró la ópera de Giselher Klebe llamada Die tödlichen Wünsche, el ballet en ópera-entreacto L'Os de chagrin («El hueso de zapa») de Yuri Khanon. Y llegó al cine en 1909, en un cortometraje mudo francés de Albert Capellani y Michel Carré llamado La peau de chagrin. En 1923, el director estadounidense George D. Baker produjo Slave of Desire y en 1939, el alemán Heinz Hilpert, Die unheimlichen Wünsche. La piel mágica de zapa decrece con cada uno de esos deseos pensados. La piel se encoge y consume una porción de su energía vital. Para muchos es el conflicto entre el deseo y la longevidad, entre elegir una vida intensa pero breve o una larga existencia moderada. El libro sirvió para iniciar el intercambio de una serie de cartas con una baronesa polaca Ewelina Hanska, que le escribió a Balzac desde Odesa, firmando la carta como L'Étrangere, después de leer la piel de zapa. Balzac publicó su contestación en la Gazette de France, pero ella no lee la respuesta y le vuelve a escribir: "Su alma abraza los siglos, monsieur; sus conceptos filosóficos parecen ser el fruto de largos estudios madurados por el tiempo; aún así, me dicen que todavía es joven. Quisiera conocerlo, pero siento que no necesito hacerlo. Le conozco a través de mi propio instinto espiritual; me lo imagino a mi manera y siento que si fijara realmente mis ojos sobre usted, exclamaría: ¡Ese es él!". Finalmente ella se le reveló
y comenzaron una correspondencia que duró quince años. Sólo
cartas porque ella siempre fue fiel a su marido, el barón Waclaw.
Cuando el barón murió en 1841, Balzac tardó algún
tiempo en convencerla. Se casaron en una pequeña ciudad del Óblast
de Zhytomyr el 14 de marzo de 1850, cinco meses antes de que él
muriera.
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