MAURICE CHEVALIER Y LAS PIERNAS DE MISTINGUETT Cuando ella te descubre. Ella, Mistinguett, era el nombre artístico de Jeanne Bourgeois, (1875 – 1956), vedette, cantante y actriz francesa. Su madre era costurera, pero la niña sabía que había nacido para artista. Empezó vendiendo flores en un restaurante y allí empezó a cantar. Con el tiempo triunfó en el Moulin-Rouge y el Casino de París. Aseguró sus piernas con Lloyd por 500.000 francos, fue la primera persona en hacerlo. Siempre llevaba espectaculares trajes
y sombreros.
Durante la Primera Guerra Mundial Maurice Chevalier resultó herido, estuvo prisionero en Alemania durante dos años, desde 1914 a 1916. Ella le sacó de prisión en la gracias a sus influyentes amistades, como Alfonso XIII. Cuando estalló la Segunda
Guerra Mundial en 1939, Chevalier era la primera figura del Casino de Paris.
Llegó a donar sus ganancias de Casino (más de un millón
de francos) a los prisioneros de guerra franceses y también cantó
en el campo donde él mismo había estado como prisionero en
la Primera Guerra Mundial, a cambio de que diez prisioneros fueran liberados
y bajo el acuerdo de que no habría ninguna publicidad al respecto.
Algo imposible, el caso es que había rumores sobre su colaboración
con los nazis y al acabar la guerra recibió una paliza de una panda
de patriotas y luego fue detenido hasta que se aclaró todo y la
Paramount mandó un avión para llevárselo a Hollywood.
Era un hombre de humor. Odiaba viajar en tren, pero en uno de estos viajes topó con un pesado en el vagón, así que para hacerle callar fingió contar las vacas que veía desde el vagón, en total 784. El pesado le preguntó cómo podía contar tan rápido y le contestó que primero contaba las patas y luego las dividía por 4. Ya de mayor sufrió mucho
y un periodista le preguntó por su estado y con su humor de siempre,
le contestó: “La vejez no es tan mala… sobre todo si uno considera
la otra alternativa”.
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