EL CAFÉ DE LA CABRA Gracias a la cabra etíope que era cafetera. Unos dicen que la leyenda no es fiable, que lo de la cabra sucedió en el siglo IX y que lo de la cabra se escribió varios siglos después, pero son ganas de enredar, ¿quién podría descubrir el café mejor que una cabra?. El caso es que la cabra se dio un atracón de bayas de café y por la noche no podía dormir. Así dieron con el café, pero luego viene la curiosidad, así que se preguntaron ¿y si lo tostamos?. Oye esto funciona no duermo, ¿cómo lo llamamos?. Pues kawab, en honor a su origen, la ciudad de Kaffa, o a la fuerza que ofrecía, kabouch en árabe, o al nombre turco de los frutos del cafeto, kahveh. Luego unos dijeron que era bueno,
otros que era malo. Unos dicen que la cafeína aumenta la potencia
de los músculos y actúa como un estimulante para ayudar a
las personas mayores, lo que reduce la incidencia de caídas y lesiones.
Otros dicen …, pero ninguno responde a la gran cuestión: qué
pasó con la cabra cafetera.
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