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EL HOMBRE POSESIVO
Es fácil confundir al hombre
ofendido con el hombre posesivo.
Según las opiniones de nuestros
lectores, todo empieza cuando ella quiere ir sola a una fiesta o cuando
ella quiere salir sola a cenar con otros hombres. Los roles tradicionales
marcaban claramente los límites, pero la sociedad evoluciona por
segundos y todo es relativo, todo depende del contexto. Aquí es
donde cobra especial importancia la comunicación, la amplitud de
miras, la confianza, el respeto.
Es incomprensible y patética
la actitud de esos hombres que revisan el facebook de su pareja para comprobar
sus amigos … Eso es falta de confianza y falta de respeto a la otra persona.
Pero al mismo tiempo es razonable el temor a perder a la otra persona.
Son las nuevas formas sociales de un problema eterno: los celos.
El hombre posesivo esconde un temor
no reconocido, sufre un complejo de inferioridad que le impide ser el mismo.
Debería ocuparse más en mejorar su relación de pareja
que en ser un quisquilloso cotilla que hace la vida imposible a su mujer.
Y dicho esto, el amor requiere comprensión
de la pareja, anteponer siempre la verdad, aunque duela, y no hacer daño
innecesariamente, explicar, no justificar, pero facilitar el entendimiento
de lo que no hay que ocultar. Una mano lava la otra. Uno comprende cuando
el otro se explica. Y si baila con otro pues aprende a bailar que para
eso hemos creado una sección con ese nombre y nos tienen martirizados
dando pasos de baile.
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