ANTES DE DAR UN MAL PASO, VALORE EL DAÑO QUE PUEDE CAUSAR.

Si no funciona tenga el valor de romper, pero "nunca engañar". ¡Eso se lo cuentas a mi fiscalista!.

Cada día son más las personas que reciben tratamiento siquiátrico debido a problemas de infidelidad. En el caso de los hombres es especialmente grave, pues a la decepción sentimental se suma un gravísimo efecto en la autoestima masculina.

No queremos con esto decir que la infidelidad masculina sea menos grave que la femenina, hablamos de personas por igual. En el engaño no hay diferencias.

No vale excusarse diciendo es que fue un descuido, un mal día o "es que lo nuestro no funciona". Si no funciona tenga el coraje de romper, aunque tenga un coste sentimental y económico relevante, pero es mejor que asumir las consecuencias del daño emocional que se puede causar a la pareja.

Ahora que no falta el paciente que te dice “eso se lo cuenta a mi fiscalista. Si me divorcio me despluma”. 

Volviendo a la sicología, recientemente un hombre estuvo de baja laboral durante casi dos años por uno de estos casos. Se trataba de una pareja que se mudó a un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce. El sabía que no podía tener hijos y su pareja lo había aceptado antes de casarse. Un día ella apareció embarazada. El sufrió una depresión realmente importante. Esto sucede con frecuencia cuando alguien ama y confía plenamente en su pareja. Por esas extrañas razones que suceden, la noticia se difundió entre el pueblo y este hombre empezó a notar como sus pocos vecinos le trataban de modo diferente. El matrimonio se rompió y tuvieron que abandonar el pueblo.

Estos casos no diferencian la edad. A un joven de 18 años le sucedió con su novia. Le dijo que no podía salir ese sábado pero realmente estaba con el mejor amigo del muchacho. Este se enteró y él amigo lo aireó en su ámbito de amistades y de colegios. El desengaño y las burlas que recibió le hizo perder un año escolar.

Todo el mundo tiene derecho a cambiar de pareja, pero no a hacer daño a los demás. Si la relación no funciona se rompe y ya uno es libre. Todo antes que hacer daño a nadie. 

El único derecho que no tiene alguien que mantiene una relación en pareja es el de engañar.

Por otra parte, estas conductas, ya sea en hombres o mujeres, afectan a futuras relaciones, porque se parte de la duda ¿me lo hará a mí?. 

Con las mujeres sucede cada vez más algo similar. Las mujeres son más exigentes y no quieren a hombres que puedan causarles problemas en el futuro, ¡por si acaso!.

Bueno y dicho esto pásese a hablar con su fiscalista que el tiene la última palabra.