GRACIAS POR TU ESFUERZO, GRACIAS POR TU TRABAJO, GRACIAS POR CUIDAR DE LA FAMILIA, GRACIAS POR ESTAR TAN GUAPA.

Ya no es solo que las mujeres quieran desarrollan su trabajo, es que las cargas económicas obligan a que trabajen los dos. Los niños son los más afectados.

Tiene razón mi mujer cuando dice que la sociedad reacciona de manera contradictoria ya que por un lado alienta a las mujeres a desarrollarse profesionalmente; por el otro, las critica porque “abandonan” el hogar. 

Es curioso que cuando se quedan en la casa nadie les reconoce su sacrificio y esfuerzo, especialmente la paciencia para con los niños.

Pero es que cuando salen a trabajar no hay ayuda suficiente para sobrellevar una familia, ya sea con ayuda de una persona externa que cuide a los niños o sin ella.

Ya no hablemos de las guarderías, que casi ni existen. Además de que cuando el niño está malo te lo quedas. Los abuelos actuales superan los 70 y prefieren huir a la costa. Por otra parte, la hipoteca y las cargas familiares hacen imposible que la mujer no trabaje.

Los especialistas destacan que las mujeres han ido sumando roles. Antes se les pedía ser buenas esposas y madres; ahora además tienen que ser profesionales exitosas, dueñas de casa impecables y tener una vida familiar ejemplar. 

Hoy en día la opción de terminar los estudios e iniciar una familia no es válida. Hay que seguir preparándose y esto retrasa la formación de la familia. La sociedad debería valorar este esfuerzo adicional de mujeres que forman una familia a partir de los treinta. 

Mantener la familia unida es una necesidad básica porque la familia era la base de la economía. Por eso las políticas sociales deben ayudar a armonizar la vida del trabajo de la casa y la vida laboral externa, para no erosionar la familia. 

También los hombres debemos asumir nuestra cuota.

Cuando no es posible armonizar la vida laboral y familiar al final se está dañando a todos porque, sobre todo, se pone a las mujeres (y cada vez en más casos a los hombres) ante la disyuntiva de escoger el trabajo remunerado o no; entre tener más hijos o no.  

En todo caso, hay que sacar tiempo de donde sea para atender a los niños. La mayoría somos padres de fin de semana pero no basta. Los niños son la verdadera y única razón de todo.

Después de escribir esto he preparado un cóctel a mi mujer y la he dicho: gracias por tu esfuerzo, gracias por tu trabajo, gracias por cuidar de la familia, gracias por estar tan guapa.