¿QUÉ TU NOVIA SE HA HECHO MONJA?. 

Pues hacemos una película.

Un joven italiano enamorado se ha recorrido Italia para evitar que su novia se meta a monja. 

Tras seis años de noviazgo con Daniel Briatore, Patrizia Masoero, estudiante universitaria de veinte años, anunció a sus padres que lo dejaba "todo" para meterse a monja, pero no dijo a su ex pareja en qué convento ingresaría.

Sin saber a dónde había ido, Daniel Briatore recorrió el país durante un mes hasta que la encontró. 

Cuando llegó al convento de Montecassino, localidad cercana a Nápoles (sur de Italia), a más de 700 kilómetros de su hogar, permaneció dos días acampado frente a sus puertas para intentar convencerla a que volviese a su lado. 

Contó con el apoyo de los vecinos de Montecassino, pero su esfuerzo fue en vano. No logró que la novicia se asomara o saliera para hablar con él. Tan solo le hizo llegar la negativa.

El novio llegó a colocar una pancarta en la fachada del convento que decía en resumen: "Te amo vuelve conmigo… No quería llevarte conmigo, sólo hablarte, porque te amo". Pero que para los que entiendan italiano tiene más enjundia.  «Ti amo, ti prego torna con me. Non intendo convincerti a cambiare . Se questa è la tua decisione la rispetto, ma non credo tu abbia la volontà di andare avanti. Voglio solo guardarti sul volto per l’ultima volta. Anche un solo minuto può bastarmi per capire se quella che hai scelto è la tua vera vita». 

Tras este gesto, el joven abandonó Montecassino, no sin anunciar que estaba dispuesto a hacer "locuras con tal de recuperarla y volver a abrazarla".

La pancarta fue retirada por las monjas que insisten en que Patrizia sigue firme en su voluntad de tomar los hábitos. 

Hasta aquí la anécdota que está muy bien porque el joven tiene veintiún años y estas cosas si uno no las hace a esta edad no las hace nunca, pero es que los hay que quieren hacer una película así que Montecassino puede volver al cine, como en la Segunda Guerra Mundial, y ya veremos el final de la historia, porque el asunto ha salido en toda la prensa y el público quiere un final a esta historia. 

Por cierto que los vecinos dice que se lo han pasado en grande con lo de la pancarta (el joven la ponía y las monjas la quitaban), que han venido muchos periodistas y que si se hace la película mejor que mejor. Todo sea por el turismo.