POESÍA /Veladas poéticas.

DE NO ESTAR TÚ

De no estar tú / demasiado enorme / sería el bosque.

Hasta mis pies
¿cuándo y cómo has llegado,
caracolillo?

Tampoco yo
he encontrado un hogar.
Tarde de otoño.

Huye el rocío.
En este mundo sucio
no hago yo nada.

De no estar tú,
demasiado enorme
sería el bosque.

Kobayashi Issa
Dentro del libro " Cincuenta haikus"

El haiku es una forma de poesía tradicional japonesa. Consiste en un poema breve.

Este es de Kobayashi Issa (15 de junio de 1763 – 5 de enero de 1827), que fue un escritor japonés, nacido Kobayashi Nobuyuki y apodado Yataro durante su juventud. Es famoso como autor de haiku.

Era la primavera de 1763 en la ciudad de Kashiwabara, en la antigua provincia japonesa de Shinano. Su familia se dedicaba a la agricultura, algo habitual en el Japón feudal del siglo XVIII.

Cuando falleció su madre pasó a estar a cargo de su abuela y fue entonces cuando el pequeño conoció por vez primera el haiku, de la mano de un poeta del pueblo llamado Shinpo. 

Su padre se casó de nuevo. Los problemas con su madrastra no tardaron en aparecer, y tampoco las palizas: Yataro recordaría haber sido golpeado "más de 100 veces en una misma noche". La situación se hizo aún más insoportable cuando su madrastra dio a luz a su hermanastro.

A la edad de 14 años marchó a Edo, la actual Tokio, y retomó el contacto con el haiku. 

Sus días se alternaban entre su trabajo en un templo budista y sus estudios con los poetas Mizoguchi Sogan y Norokuan Chikua, en la escuela de haiku Katsushika. Su talento no tardó en salir a la luz y Seibi Natsume se convirtió en su mecenas.
Por aquel entonces Issa aún no existía. Sus poemas iban firmados con los seudónimos Kobayashi Ikyo o Nirokuan Kikumei. Fue en 1792 cuando abandonó definitivamente el nombre de Yataro y adoptó el nombre literario de Issa. "Con la primavera / Yataro renació / convertido en Issa", reza uno de sus haikus.

En los comienzos de 1810 decidió instalarse definitivamente en Kashiwabara y se casó con una joven del pueblo. Tenía ya 50 años pero no le esperaba un feliz retiro; al contrario aquella fue la época más terrible de su vida. En los 10 años siguientes vio morir a sus 4 hijos, y también a su mujer en el parto del último de ellos. 

Volvió a casarse, ya con 62 años, pero se divorció a los pocos meses. 

Aún se casó por tercera vez. Entonces su casa se incendió, y volvió a la más absoluta pobreza.

Los últimos meses de su vida los pasó en un almacén con piso de tierra. Murió en el invierno de 1827, sin llegar a ver el nacimiento de su última hija.
 

Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.
ir a inicio de página
Copyright © masmasculino.com 
Todos los derechos reservados. El uso de esta información sin autorización expresa de masmasculino.com y al margen de las condiciones generales de contratación de masmasculino.com, será perseguido judicialmente.
Volver a la página anterior