UN HOMBRE DE EXQUISITOS MODALES No son las formas, es la urbanidad. En ciertas ocasiones los buenos modales se confunden con las formas, con la apariencia, pero son mucho más, son urbanidad y respeto. Por ejemplo, no tirar basura por la calle, ayudar a una señora, ceder el paso. En la convivencia cotidiana los hábitos de urbanidad son esenciales. Lo mismo en las formas, sobre todo
las formas lingüísticas, que hay que cuidar. Hay que cuidar
el trato y ajustarse a las normas de respeto.
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