EL ARTE DE SABER ESCUCHAR. El lenguaje corporal y técnicas del arte de escuchar. Nuestra comunicación interpersonal es no verbal en un 70%; sólo un 30% del mensaje viene en las palabras. El lenguaje corporal puede perjudicar al arte de saber escuchar, por ejemplo desviar la mirada, movernos demasiado, apoyar la cabeza en las manos, descuidar nuestra postura, perder el equilibrio, etc. Otra cosa es la educación, mejor su falta, como emitir juicios críticos, dar consejos sin que los pidan, tratar de contar un caso personal o una historia mejor que la que nos cuentan, preguntar selectivamente curioseando, disparar porqués, interpretar retorcidamente las intenciones del otro, etc. Hay que escucha hasta que el otro haya terminado. Se debe prestar atención a los sentimientos o niveles emotivos del mensaje. El contacto visual, los ademanes, el lenguaje de las posturas corporales, el tono de voz, la cadencia y demás señales no verbales. Hay que respetar las pausas. Debe concederse tiempo para la plena exposición. Hace falta paciencia porque hay mucha gente acostumbrada a los monólogos. Hay que demostrar que se ha comprendido lo que se ha dicho, que se acepta la petición o que hay opiniones diversas. Muchas veces nos centramos en nosotros mismos y no en el mensaje de la otra persona. Estamos pensando cual va a ser nuestra respuesta más que en lo que escuchamos. Nos tenemos que interesar por nuestro interlocutor y en lo que dice. No hay inconveniente en hacer alguna pregunta durante la conversación, es más demuestra que estamos escuchando. Eso sí, no se puede interrumpir la conversación. No interrumpa a la otra persona, deja que hable y hazlo tu solo cuando ella haya acabado. No pierdas de vista al interlocutor. Pero sobre todo, no juzgue, si no quiere escuchar no escuche, pero no juzgue, bastante tenemos con juzgarnos a nosotros y no acabamos. ¿Qué sabemos de la vida de otros, de sus circunstancias?. Pero esto es otro tema. EL ARTE DE SABER ESCUCHAR. Saber escuchar es un arte y una prueba de respeto. Deja a los demás acabar lo que están diciendo, sé paciente y piensa como reaccionarías si alguien te interrumpe mientras hablas. ¡Demuestra que te interesa lo que te están contando!. ¡Apaga la tele cuando te habla tu mujer!. "Saber escuchar" no es lo mismo que escuchar. Es un arte que no lo alcanza cualquiera ni se logra sin esfuerzo. Saber escuchar es estar disponible, estar dispuesto a que tu interlocutor se sienta acogido y respetado. Escuchar significa atender totalmente
a la persona que nos habla, sin interrumpirlo, sin juzgarlo o criticarlo...
Implica muchas veces dejar lo que estamos haciendo para prestarle un poco
de atención.
Sobretodo, no digas el “luego me lo cuentas”, aunque sea la quinta vez que te lo cuentan, las mujeres repiten y repiten las mismas cosas, mientras que los hombres somos muy directos. Sé paciente y verás
como ese tiempo de escucha lo ahorras de problemas. ¿No es mal
negocio?.
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