SABER ESTAR.

Las “buenas costumbres” y el saber comportarse en público han evolucionado, pero cada vez se venden más libros que enseñan modales.

El prínicpe Asfa-Wossen Asserate, cuyo libro sobre las buenas costumbres ya va por la 16° edición, afirma que el que sabe comportarse bien siempre tiene en cuenta los sentimientos de los otros y los trata como si fueron los suyos. 

Asfa-Wossen Asserate se ocupa más bien de los fundamentos de la personalidad y menos de los modales en detalle pero constata que los modales cada vez son menos obligatorios.

Otro sociólogo, Michael Hartmann, afirma que el saber comportarse bien es, entre otros factores, un detalle imprescindible si se quiere hacer carrera o salir adelante. Entre una autoestima fuerte y una postura empresarial positiva destacan sobre todo la buena educación y “la buena cuna”. 

Estos son los 4 factores que tienen en común los 100 empresarios más importantes en casi todos los países europeos. Una formación general amplia y buenos modales se pueden aprender, pero mejor si las personas ya los llevan en la sangre desde la niñez. Gente que sabe cómo andar, cómo hablar y cómo comer debidamente y apropiadamente en cada momento no es tan frecuente. Estos conocimientos pueden ser definitivos en aspectos importantes. 

Concientemente o no, a la hora de elegir a un gerente las grandes empresas en la mayoría de los casos se deciden por una persona que comparta las mismas ideas y los mismos valores por lo que un 85% de los ejecutivos importantes provienen de familias de la alta burguesía. Si una empresa quiere cambios significativos estructurales tienden más a decidirse por una persona fuera de este círculo.

Otro punto importante que va de la mano con los modales es la formación amplia general. Cada día es más difícil de determinar qué es el “lo que todos tendrían que saber” con la ola gigante de información cotidiana. Sin embargo, un experto que no tiene la más mínima idea de la historia, del arte o de la cultura va a tener problemas en realizar contactos para fomentar su carrera.

La importancia de estos soft skills (conocimientos adicionales) muestran las tiras de los libros y los números de los cursos acerca de este tema. Personas que consiguen un puesto importante rápidamente se dan cuenta de la carencia de su educación. 

La persona que controla su entorno y que sabe de los modales puede permitirse el lujo de extraviar, de no cumplir siempre a un cien por cien. 

Estas personas transmiten mucha autoestima y seguridad de si mismo, una virtud casi más importante que no se puede aprender. Pero solamente personas que han aprendido una vez el buen comportamiento, se sienten suficientemente seguras. 

No se puede sobrevaluar la importancia de la educación de los niños y adolescentes y que con estos conocimientos los padres los equipan con una herramienta imprescindible para el futuro.