SER PADRES.

LA CASA DEL PADRE

Un niño que define la felicidad.

Cuando llega a casa abraza a su padre y le dice ésta es mi casa. Ésta sí que es mi casa.

Pasan los años y el mismo niño se abraza a un hombre anciano y le dice, ésta es nuestra casa, éste es nuestro valle.

Pasan los años y el mismo niño cierra los ojos y le sigue abrazando. Entonces comprende el poema “Pero a mi casa la azotan los rayos/y un día se va a partir en dos./Y yo no sabré dónde guarecerme/porque todas las puertas dan afuera del mundo".
 

ÉSTA ES MI CASA
Mario Benedetti

No cabe duda. Ésta es mi casa
aquí sucedo, aquí
me engaño inmensamente.
Ésta es mi casa detenida en el tiempo.

Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen,
copulan y duermen,
juegan y piensan,
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas y ataques de nervios.

No cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.

Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo.



 

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