LA CASA DEL PADRE Un niño que define la felicidad. Cuando llega a casa abraza a su padre y le dice ésta es mi casa. Ésta sí que es mi casa. Pasan los años y el mismo niño se abraza a un hombre anciano y le dice, ésta es nuestra casa, éste es nuestro valle. Pasan los años y el mismo
niño cierra los ojos y le sigue abrazando. Entonces comprende el
poema “Pero a mi casa la azotan los rayos/y un día se va a partir
en dos./Y yo no sabré dónde guarecerme/porque todas las puertas
dan afuera del mundo".
ÉSTA ES MI CASA
No cabe duda. Ésta es
mi casa
Llega el otoño y me defiende,
No cabe duda. Ésta es
mi casa.
Y yo no sabré dónde
guarecerme
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