DISFUNCIÓN SEXUAL EN LA MUJER La disfunción sexual en la mujer (DSF) es más prevalente que en los hombres. Estadísticamente, el 40% de las mujeres y 30% de los hombres tuvieron uno ó mas problemas sexuales y de estos, solo un 10% llegan a la consulta médica. Según un informe estadounidense (The National Health y social Survey) los problemas principales femeninos en caso de disfunción son: bajo deseo 22%, problemas de excitación 14% y dolor sexual 7%. Las causas pueden ser vasculares, neurológicas y hormonales. La disfunción orgásmica femenina se caracteriza por el retraso persistente o recurrente del orgasmo o ausencia del mismo, después de una fase de excitación sexual normal que genera tensión y dificultades interpersonales. La falta de orgasmos o anorgasmia primaria (nunca han tenido un orgasmo) se presenta en un 5 a 10% de las mujeres y es mas frecuente que la anorgasmia secundaria o adquirida. La causa psicológica más frecuente de anorgasmia es ansiedad y pensamientos negativos o de baja autoestima. También son causas de anorgasmia problemas afectivos con la pareja, depresión, etc. En vaginismo es la contracción involuntaria, recurrente o persistente de los músculos del piso pélvico que rodean el tercio exterior de la vagina cuando se intenta penetración. Es un reflejo involuntario que se desencadena por alguna de estas acciones reales o imaginarias. Este trastorno afecta al 1% de las mujeres. En algunas ocasiones es una reacción condicionada a una experiencia desagradable, como abuso sexual, exploraciones pélvicas dolorosas, inicio de relaciones sexuales traumáticas. Tras la menopausia disminuye el
deseo sexual, se reduce el tamaño de la vagina, adelgazan las paredes
y disminuye la elasticidad vaginal, así como la sensibilidad del
clítoris, reduce el tono muscular del piso pélvico, hay una
menor producción de lubricación vaginal, tiempo mas prolongado
para lograr la excitación, orgasmos menos intensos y en menor número
y cambios sensitivos y anatómicos en senos.
|
|
