EL DIVORCIO EN LAS CLASES SOCIALES Estudio de psicólogos de la Universidad de California. Según el estudio What's (Not) Wrong With Low-Income Marriages, realizado por un grupo de psicólogos de la Universidad de California y publicado en el Journal of Marriage and Family. El investigador principal del estudio, Benjamin Karney, que también codirige el Relationship Institute de UCLA, aclara que las personas con bajos ingresos “tienen actitudes mucho más tradicionales y son menos propensas a ver el divorcio como una solución razonable para un matrimonio infeliz”. ‘Cuando hay niños de por medio, los padres deberían de permanecer casados, aunque ya no se quieran’; ‘Es mejor para una familia que el hombre sea el que trabaje y la mujer la que se haga cargo de la familia’ y ‘El marido y la mujer deben de ser de la misma etnia o cultura’. Estos son algunos de los planteamientos que fueron aceptados de forma generalizada entre los participantes del estudio con las rentas más bajas y no tanto por las altas. ‘Un matrimonio feliz y saludable es una de las cosas más importantes en la vida’, ‘Los niños se desempeñan mejor cuando sus padres están casados’ y ‘Las personas que tienen hijos en común deberían casarse’. Las personas con menos recursos tienen mucho más temor al divorcio Karney compara a dos jóvenes
de 18 años de diferentes clases sociales. “Las de clase alta no
quieren quedarse embarazadas porque saben que la maternidad interferiría
en sus planes de futuro, no podrían ir a la universidad y truncaría
su carrera profesional. Sin embargo, si la joven es de clase baja tendrá
menos expectativas profesionales y el hecho de ser madre le preocupa menos
e, incluso, le otorga cierto estatus y respeto social”, indica. Estas últimas
jóvenes serían menos propensas a utilizar métodos
anticonceptivos, al tiempo que no establecen una relación tan directa
entre la maternidad y el matrimonio.
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