MADRUGAR EQUIVALE A MÁS OPTIMISMO La exposición a la luz es una terapia recurrente entre aquellos que sufren trastornos afectivos estacionales. Según un estudio publicado en la revista científica Emotion, a través de los testimonios de 700 consultados de edad comprendidas entre los 17 y 79 años, aquellos que afirmaban levantarse temprano eran los mismos que confesaban sentirse más felices. Las razones que el grupo de investigadores aducen para explicar esta situación se refieren a lo que llaman el cronotipo de cada persona, y que provoca que exista la gente que se encuentra más activa por la mañana (morning people) y la que lo hacen por la tarde y noche (evening people). El 70% de las personas pueden adaptarse a uno u otro ritmo según sus costumbres. Por una parte, los horarios habituales
de los centros laborales favorezca a la gente que se siente más
activa por la mañana y siente mal a los nocturnos, de manera que
los primeros estarían viviendo según el ritmo que sus ciclos
corporales les marcan y los otros no. Sin embargo, los investigadores sugieren
otra posibilidad: que la luz de la mañana, más potente que
a otra hora del día, tenga un efecto positivo en las personas que
la reciben, y recuerdan que la exposición a la luz es una terapia
recurrente entre aquellos que sufren trastornos afectivos estacionales.
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