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MIRAR HACIA FUERA
El tramposo, como un ser con distintas
formas que trata de hacernos caer en nuestras debilidades.
"El que mira hacia afuera sueña,
mientras que quien mira hacia dentro despierta". Carl Jung
“Sólo se volverá
clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón.
Porque quien mira hacia fuera
sueña y quien mira hacia adentro despierta.”
Para Carl Gustav Jung, soñar
representa una ventana a nuestro inconsciente. Los sueños suponen
la posibilidad de conectarse con el inconsciente en forma simbólica
y lo hacen por medio de siete símbolos fundamentales, cada uno con
un amplio significado arquetípico pero con una interpretación
diferente para cada persona:
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La imagen social del soñador.
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La sombra, o sea los aspectos negativos
que tiene cada uno ocultos, que pueden aparecer en los sueños como
imágenes de personas amenazantes.
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El animus, los aspectos femeninos y
masculinos que todos tenemos, como imágenes de doncellas o de hombres
muy viriles.
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El niño, como la imagen de un
bebé o un niño, que simboliza la inocencia, lo más
puro del yo, el potencial, las aspiraciones, la vulnerabilidad, las debilidades.
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Los ancianos sabios, como un maestro,
o cualquier persona de autoridad que se ofrece de guía.
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La gran madre, como un hada o una bruja,
que representa la ambivalencia de las madres.
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El tramposo, como un ser con distintas
formas que trata de hacernos caer en nuestras debilidades.
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La interpretación de un sueño,
sólo es correcta cuando “ilumina”, anima y da lugar a un cambio
emocional de la personalidad.
Jung creía que si queremos entender
la jungla, no nos podemos contentar con solo desplazarnos por sus alrededores.
Debemos entrar en ella, no importa cuán extraña o aterradora
pueda verse.
De Carl Gustav Jung, en “El hombre
y sus símbolos”
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