VIAJE A UN PADRE

Un viaje a todos los padres del mundo.

Un viajero le enseñó las fotos de su viaje a nuestro viajero, algo realmente complicado porque la paciencia no está entre sus pocas virtudes.

Pero hubo una foto que le impresionó. Era un cuarto de tres metros por tres metros, como mucho, donde vivían un matrimonio y sus dos hijos. No había sitio para los muebles, todo estaba en el suelo. Era una casa en el sureste asiático.

El dueño de la casa era un hombre que hizo de guía a aquel viajero. Paraban en los bares y tomaban refrescos. El guía siempre pedía un refresco que guardaba y no se bebía.

Así pasaron los días y el hombre seguía pidiendo su refresco cuando entraban en los bares, pero nunca se los veía. 

El amigo viajero no pudo soportar la curiosidad y le preguntó ¿por qué no te bebes los refrescos? 

Porque los guardo para mis hijos al volver a casa. 

Y fueron a su casa. Era un cuarto de de tres metros por tres metros, como mucho, donde vivían un matrimonio y sus dos hijos. No había sitio para los muebles, todo estaba en el suelo. Era una casa en el sureste asiático. Era un padre, un viaje a un padre igual que todos los padres del mundo.