VIAJE A UNA PUERTA Una puerta que se convirtió en pared. No creo que entiendas lo que estoy diciendo. El viajero nunca habló, o quizás lo decía como el que dice un dato, con frialdad, para darlo por hecho, para no hablar de eso. Con los años era algo que sólo se descubrió cuando apareció un cajón lleno de cosas a medio escribir. Entonces comprendimos una parte. En uno de aquellos papeles decía:
No creo que entiendas lo que estoy diciendo. Cuando llegó a casa abrió la puerta de la calle antes de cerrar el paraguas. Cuando estaba en casa, había cruzado la pared que separaba el resto del mundo de su casa. La lluvia se quedaba fuera, si acaso se colaban algunas gotas por el tejado. No creo que entiendas lo que estoy diciendo. Cuando se conocieron quiso abrir sus mentes. Cuando estaban juntos la lluvia se quedaba fuera. No creo que entiendas lo que estoy diciendo. Cuando cerró la puerta ya no hubo puerta, sólo pared. No creo que entiendas lo que estoy diciendo.
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