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HISTORIA - ARTE / Curiosidades históricas.

ANASTASIA, PAGARÁN CARA TU MUERTE. 

Iván el Terrible. Matar a un hijo.

Ilya Repin. Ivan el Terrible y su hijo Ivan. Museo Tretyakov de Moscú.

Iván nació el 25 de agosto de 1530, hijo del gran príncipe de Moscovía Basilio III y de la princesa lituana Elena Glinskaia y nieto de Iván el Grande, era un niño de tres años cuando murió su padre. Cuando tenía ocho años su madre, Elena, murió envenenada.

La Duma, la asamblea legislativa rusa, asumió la dirección de los asuntos de Estado, iniciándose entre los boyardos una lucha por el dominio del trono. Estos trataban a Iván con gran menosprecio y crueldad.

A los doce años torturaba animales por pura diversión y arrojaba perros al vacío desde las almenas del Kremlin, complacido en la observación de sus dolorosas convulsiones.

A los trece años comprendió la magnitud de su poder y se vengó del principal boyardo de la regencia. Mandó que se apoderaran de el y lo asesinaran echándolo a los perros del Kremlin.

Con diecisiete años, Iván IV se hizo coronar zar de todas las Rusias. Era el primer príncipe ruso que tomaba el título de zar. Un mes después tomó por esposa a una joven bella e inteligente, llamada Anastasia, hija de un boyardo.

EL AMOR

Una mujer piadosa y bondadosa, Anastasia Zakharina Koshkina de la familia Romanov.

Mientras vivió Anastasia, Iván IV fue el mejor Zar que ha conocido Rusia. Su primera presa fue el kanato de Kazan, que conquistó en el año 1552 tras una sorprendente campaña relámpago. Poco después conquistó el kanato de Astrakán. A partir de la victoria sobre Kazan, el epíteto “grozni” (terrible) empezó a añadirse al nombre de Iván.

En octubre de 1552, Anastasia dio a luz un hijo, Dimitri, que murió a los seis meses. Nueve meses más tarde nació Iván y después Fedor en 1558.

Anastasia murió en julio de 1560. El zar, completamente destrozado, se emborrachó tras el funeral y se mantuvo ebrio durante días.

Se sugestionó con la idea de que su amigo Alexei Ardatchev y su consejero, el monje Silvestre, habían contribuido a la muerte de su esposa mediante embrujos. Si bien perdonó sus vidas, los destituyó y encarceló, dio muerte al hermano de Alexei y a su hijo de doce años, e hizo lo mismo con su amiga María Magdalena y sus cinco hijos.

Los historiadores siguen debatiendo sobre la causa de la muerte de Anastasia pero un dato es indiscutible, con su muerte se hizo realmente terrible.

BUSCANDO ESPOSA DESPUÉS DEL AMOR.

Cuando Iván el Terrible de Rusia decidió casarse, ordeno a todos los nobles (los que se negaban se exponían a la ejecución) que enviaran a Moscú a sus hijas casaderas.

Alrededor de mil quinientas doncellas fueron reunidas en un palacio, donde durmieron doce en cada habitación. Iván hizo su elección, tras inspeccionar una por una y les dio un obsequio, un pañuelo bordado con oro y gemas.

Después de la muerte de su primera esposa, a quien parece haber amado verdaderamente, y de la segunda, seleccionó a una tercera de un modo similar. Esta enfermó mortalmente cuando supo la decisión de que era la escogida y murió en 1569, antes de que fuese consumado el matrimonio.

LA SEGUNDA ESPOSA

El 21 de agosto de 1561, Iván se casó con una acaudalada princesa, aunque esto no impidió que concibiera, tan sólo dos años después, el propósito de casarse con la reina Isabel I de Inglaterra.

En 1563, su nueva zarina dio a luz un hijo, Vassili, que sobrevivió cinco semanas.

LA LOCURA

El 3 de diciembre de 1564, un grupo de trineos, cargados por los sirvientes con oro, plata y joyas se situó en la plaza del Kremlin. El zar, la zarina y dos de sus hijos partieron en ellos sin rumbo establecido.

Poco después, Iván envió el siguiente mensaje a su casa “Incapaz de tolerar la traición que me rodeaba, he decidido seguir el camino que Dios me dicte”. Confundidos, los nobles y obispos salieron en su búsqueda. Lo encontraron en una pequeña aldea de Alexandrov, a ciento cincuenta kilómetros al noroeste de Moscú, y le rogaron que regresara. Iván accedió, pero impuso ciertas condiciones, tener la libertad de ejecutar a cualquiera que él considerara un traidor, vivir en una residencia en las afueras del Kremlin y contar con una guardia personal de cerca de mil hombres, los “oprichniki”.

Volvió a Moscú el 2 de febrero de 1565 y dos días después comenzaron las ejecuciones.

CABALLOS NEGROS CON CABEZAS DE PERROS.

Los “oprichniks” eran en realidad una especie de policía secreta que, al cabo del tiempo, quedo constituida por miles de feroces hombres vestidos de negro, que montaban caballos negros con escobas y cabezas de perro colgando de las sillas. Las cabezas de perro pretendían simbolizar su obligación de perseguir a los enemigos del zar y las escobas la de barrer la traición en el país.

Los “oprichniks” gobernaron en Moscú durante ocho años, en los cuales fue tal la cantidad de victimas, que el propio Iván perdió la cuenta. Los boyardos se sometieron a la tortura y a la muerte con sorprendente mansedumbre. No solo individuos, sino ciudades enteras conocieron la cólera de Iván el Terrible.

En 1570 devastó la ciudad de Nóvgorod y ordenó la matanza de miles de sus habitantes porque decidió que estaban conspirando contra él.

VER LA MUERTE CON LOS PROPIOS OJOS.

Iván el terrible y su hijo intervinieron en forma directa en las ejecuciones de Moscú del 25 de julio de 1570. Mientras el príncipe Viskavati era colgado y degollado con cuchillos, el zar violaba a su esposa en su presencia y su hijo, a la hija mayor del matrimonio.

MATAR A UN HIJO

La locura del zar culminó en la matanza de su propio hijo, el primogénito y heredero, el zarevich Iván Ivanovich, al que apuñaló el 19 de noviembre de 1581 en un arrebato de cólera suscitado por haberse inmiscuido el zar en la elección del atavío de la esposa de su heredero.

El asesinato de su hijo salvó a Rusia de un reinado sangriento, pero había matado al hijo de Anastasia.

Nunca superó este último acto y murió el 18 de marzo de 1584 a los cincuenta y cuatro años. El día de su muerte, Iván pareció revivir, entonó cantos y pidió su tablero de ajedrez, pero antes de que pudiera iniciar el juego, cayó de espaldas y murió. Le rodeaban brujos que se había traído del  norte.

Un análisis de sus huesos indica que su locura pudo ser debida a la sífilis que le afectó al cerebro.

Un repaso de su vida nos obliga a preguntarnos ¿cómo habría sido Iván si Anastasia no hubiese muerto?.
 

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