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HISTORIA - ARTE / Curiosidades históricas.

UN DÍA DESCUBRES QUE LA VIDA DEPENDE DE LA CASUALIDAD.

La vida vuelve sobre si misma y las casualidades menos esperadas cambian nuestro destino. Una mujer, Carmen Diez de Rivera, se enfrentó a algo que no estaba previsto, las casualidades de la vida.

Carmen Diez de Rivera (29 de agosto de 1942 - 29 de noviembre de 1999) era una mujer inteligentísima, con una educación exquisita, liberal, con una conciencia social comprometida, extraña en su estatus. Una mujer con unos bellos ojos azules, una rubia inteligente y generosa que fue un símbolo de modernidad en la transición española a la democracia. Una mujer que se enfrentó al cáncer. 

En el Madrid de los cincuenta, cuando apenas se veían coches por la calle, uno de los pocos cadillac que había en Madrid acudía a su colegio de monjas para recogerla. En él iba su padre, un marqués de avanzada edad. Era la primera de la clase, siempre sobresalientes. La chica más guapa del barrio de Salamanca. 

En 1969 fue nombrada jefa de la secretaria del Adolfo Suárez, entonces Director de Radio Televisión Española. En 1976 Adolfo Suárez, ya Presidente del Gobierno de España, la nombró Directora de su Gabinete, cesando en el cargo un año después. 

Se presentó a las elecciones del Parlamento Europeo en 1987 por el CDS, partido de centro, como independiente, se pasó al grupo socialista, fue reelegida como eurodiputada en 1989 y 1994, trabajó en la Comisión de Medio Ambiente. 

Cuando se despidió de los Europarlamentarios, ya que renunciaba al cargo debido al cáncer, todo el Parlamento europeo, en pie, la aplaudieron en reconocimiento a su magnífica labor, a su fortaleza, a su coraje y a su dignidad ante la enfermedad.

UN AMOR IMPOSIBLE.

En el libro “historia de Carmen”, de Ana Romero, que se elaboró en base a conversaciones de la periodista con Carmen, se cuenta que nació en 1942 en Madrid, como hija de los Marqueses de Llanzol. Su madre era Sonsoles de Rivera.

Con solo diecisiete años, Carmen siente que un amigo de la infancia es el amor de su vida y deciden casarse. Su madre no se atreve a confesar que es un matrimonio imposible y manda a su párroco para que hable con ella y la abra los ojos. 

El sacerdote tiene que dar la cara en nombre de una madre que no se atreve a hablar con su propia hija y la dice que a veces la vida es una suma de casualidades. En los años cuarenta su madre había mantenido una relación con el entonces Ministro de Asuntos Exteriores, cuñado de Franco, Serrano Suñer. El hombre que visitó a Hitler y Musolini en tantas ocasiones. 

Aquella relación fue muy apasionada y aparentemente no se disimuló en exceso. De la misma nació Carmen. 

En aquellos momentos comprendió que no podía casarse. Su novio, hijo de Serrano Suñer era su hermano. Era un amor imposible. 

Se cuenta que cuando la mujer de Serrano Suñer, cuñada de Franco, al enterarse del embarazo de la amante de su marido (no era, según parece, su primer adulterio) decidió ponerlo en conocimiento de su hermana y Franco le destituyo de inmediato del Ministerio. 

Según relata Carmen en las conversaciones que dan base al libro biográfico, después del episodio con el párroco, siguió viéndose con su novio, pero eso no la llevaba a ningún sitio y ella se encontraba cada vez peor. 

Después de hacer unas curas de sueño, decidió recluirse en un convento de clausura, pero no resistió allí mucho tiempo. 

Seguidamente se marcho como cooperante a Costa de Marfil, donde trabajó como maestra. 

Al volver a España, se fue a vivir con su madre, pero ésta la echo de casa y se encontró en la calle, dedicándose a vender seguros, hasta que empezó a trabajar con Adolfo Suárez. Con él volvieron a su vida los rumores y habladurías infundadas. 

Nunca habló con rencor de sus padres biológicos, comprendió que la vida es una suma de casualidades. 

Con el tiempo Carmen quiso volver a ver a su padre, Serrano Suñer, que después de muchos años, todavía la llamaba “niña”

EL PRECIO DE LA LIBERTAD. 

Solía decir “la soledad es el precio de la libertad”. Una frase que encierra muchas respuestas para los que optan por una vida libre y se enfrentan a la peor de las desdichas humanas, la soledad. 
 

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