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HISTORIA - ARTE / Curiosidades históricas.

CLEOPATRA, UN TESORO DENTRO DE UNA ALFOMBRA.

Julio César mandó desenrollar aquella alfombra que le habían enviado de regalo. En su interior había una princesa desnuda. Una mujer inteligente, seductora y políglota, que no necesitaba ser especialmente hermosa, para cambiar la historia dos veces, y casi una tercera de no haber sido por su nariz.

El padre de Cleopatra, Ptolomeo XI, al morir en el 51 a.C. dejó el título de rey a su hijo Ptolomeo XII, pero como era un niño de diez años gobernó junto a su hermana mayor, que tenía  diecisiete, era Cleopatra.

INTELIGENTE, ANTES QUE HERMOSA.

Según Plutarco, Cleopatra no era muy atractiva, pero era rubia, lo que se debe a que era descendiente de los Ptolomeos y todos sus antepasados fueron griegos o macedonios.

Dicen que lo que más destacaba de ella era su temperamento ambicioso y calculador, que contrastaba con su voz melodiosa. Desde el primer instante César se enamoró de su inteligencia y fuerte personalidad.

Se trataba de una princesa refinada y muy culta, que no necesitaba intérpretes para hablar con los etíopes, árabes, hebreos, medos y partos.

Todos los escritores que se refieren a la relación entre César y Cleopatra, la describen como arrolladora. No sólo pasaban la mayor parte del tiempo juntos, bien en largas fiestas y banquetes reales o en viajes por el Nilo, sino que César, única y exclusivamente por amor, entró en una guerra muy complicada en Egipto, contra Pompeyo, en la que puso en peligro el imperio romano.

Pero nos estamos adelantando. Cleopatra fue expulsada de palacio por el eunuco Potino, y exiliada a Siria. Entonces es llamada por Julio César. Como se encontraba en peligro, llegó a Alejandría en secreto.

DENTRO DE UNA ALFOMBRA.

Se hace envolver desnuda en una rica alfombra que, transportada a hombros de un servidor, no encuentra obstáculos para ser llevada ante César, como si fuese uno más de los asombrosos regalos.

César presencia como se desenrolla la alfombra y aquí empieza un amor que ocasionó una guerra para restaurar a Cleopatra como reina de Egipto.

Cleopatra sigue a César cuando vuelve a Roma, donde realiza una entrada esplendorosa, y ambos conviven como amantes. Nace su hijo, al que se conocería como Cesarión.

Tras el asesinato de César, en el 44 a.C., regresó a Egipto, donde se dice que envenenó a Tolomeo XIV y convirtió a Cesarión en su corregente (con el nombre de Tolomeo XV).

 

SU SEGUNDO AMOR, MARCO ANTONIO.
 

Estando Marco Antonio en Tarso, en Asia Menor, llamó a Cleopatra para un encuentro personal.

Cleopatra volvió a dar un golpe de escena y se presentó en un majestuoso barco escoltado por una solemne flota.

El amor de Marco Antonio por Cleopatra se impuso, tanto a las súplicas de su primera mujer, Fluvia, que intentó separarle de la reina egipcia hasta su muerte, como al posterior matrimonio con Octavia, hermana de Octavio.

Plutarco, el historiador, cuenta que Marco Antonio 

  • "no estaba en posesión de sus facultades, parecía estar bajo los efectos de una droga o brujería. Estaba siempre pensando en ella, en vez de pensar en vencer a sus enemigos".
Marco Antonio convivió con Cleopatra y tuvieron dos gemelos, a los que llamaron Alejandro Helios y Cleopatra Celene (Alejandro “el sol” y Cleopatra “la luna”).

Los dos amantes se separaron durante un periodo, pero finalmente Marco Antonio se volvió a reunir con Cleopatra e incluso se casaron a pesar de que Marco Antonio estaba ya casado con la hermana de Octavio, a la que envió una carta de notificación del divorcio.

Octavio, indignado por su comportamiento hacia su hermana Octavia, consiguió poner al Senado en contra de Marco Antonio. Así comenzó la guerra. Octavio ganó, en parte gracias a la retirada de los barcos de Cleopatra, seguidos por los de Antonio, que lo abandonó todo para seguirla.

El ejército de Marco Antonio era mucho más numeroso al de Octavio pero Agrippa obligó a Marco Antonio a dispersar sus líneas y pasaron entre ellas encontrándose cara a cara con sesenta barcos de la flota de Cleopatra. Cleopatra se asustó y ordenó que sus barcos emprendieran la huida. Marco Antonio al ver esto, se montó en un pequeño velero y fue tras Cleopatra, abandonando a sus soldados en el campo de batalla, que fueron derrotados al llegar la noche.

Marco Antonio fue informado de que Cleopatra había muerto al envenenarse. Se habían prometido que uno seguiría a la muerte al otro, así que Marco Antonio se envenena. Mientras el veneno empieza a hacer efecto se entera de que realmente no había muerto, pero ya es tarde,  y hace que le conduzcan hacia ella para poder morir en sus brazos.

EL TERCERO NO PUDO SER POR LA NARIZ.

Tras sepultar a Antonio, Cleopatra decide morir.

Las heridas que se hizo en el pecho, llorando ante el cuerpo de Marco Antonio, se habían infectado. La fiebre y su abandono, al negarse a tomar alimentos, hacen temer lo peor.

En este momento aparece el vencedor, Octavio, que era cuñado de Marco Antonio, pero pronto comprendió la importancia política de que Cleopatra desfilase junto a él en la conmemoración de su victoria.

Cleopatra se recupera e intenta repetir la maniobra seduciendo a Octavio, pero no le gusta su nariz y hace inmortal la frase “si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta, la historia del mundo habría cambiado”

Así que Cleopatra, negándose a la humillación de compartir el “triunfo” de Octavio, elige la única salida posible, se hizo vestir con sus mejores galas, envió un mensaje a Octavio pidiendo que su cuerpo fuese sepultado junto al de Antonio y se dejó morder por un áspid.


La muerte de Cleopatra, 1658, de Guido Cagnacci. 
Kunsthistorisches Museum, Viena

Murió por amor, sabiendo su derrota, pero conociendo el destino que esperaba a sus hijos. Sólo dejaron con vida a una de sus hijas, que llegaría a ser reina.

Shakespeare descubre su secreto.

La edad no podrá marchitarla,
ni la rutina helará sus encantos.

Otras mujeres sacian el hambre que alimentan,
ella provoca más hambre cuanto más sacia.

Pues hasta lo más impuro tanto purifica,
que incluso los santos sacerdotes la bendicen si peca.

La Vida de Antonio y Cleopatra

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