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HISTORIA - ARTE / Curiosidades históricas.

HERACLES, HIJO DE ZEUS. 

Hércules para los romanos. Los doce trabajos.


Heracles - Capitolio de Roma

Zeus, se enamoró de Alcmena y yació con ella bajo la forma de su marido.  De esta unión nacería Heracles.

Zeus estaba orgulloso de su hazaña y no lo ocultaba.  Así que Hera, su esposa, no tardó en enterarse.  Zeus intentó calmar la ira de su esposa llamando al niño Heracles, que significa “Gloria de Hera”.

Rubens nos lo representa de niño, un día en que Hermes engañó a Hera y ésta terminó dando el pecho a Heracles.  Éste que ya tiene mucha fuerza, la muerde el pecho y derrama la leche por el cielo.  Es el principio de la Vía Láctea.  La tonalidad de los azules cósmicos de Rubens se mantiene intacta en este cuadro y justifica, por si sola, una visita al Museo del Prado.

Cuando Heracles tenía un año, Hera le manda de regalo dos serpientes.  Las serpientes despertaron a los hermanos de Heracles que gritaron asustados. Su padre acudió corriendo con un puñal en la mano, pero encontró a Heracles jugando tranquilamente con los cadáveres de las serpientes.  Las había cogido con sus manos y las había estrangulado.

Heracles realizó grandes acciones luchando contra el mal y como recompensa recibió la mano de su amada, Megara, con quien tendría tres hijos.

Pero Hera había jurado que Heracles jamás tendría una vida tranquila, que no conocería la felicidad, así que decidió volverle loco.

Ante sus ojos transformó a sus hijos y a su mujer en enemigos que buscaban su muerte.  Heracles los atrapó y los arrojó al fuego.  La locura le impedía escuchar sus súplicas.

Al recobrarse de su estado de locura y comprobar lo sucedido, Heracles, atormentado, se refugió en las montañas lleno de arrepentimiento.  Allí le encontró Hermes, que le dijo que para redimir su culpa se había dispuesto que sirviese como esclavo a su primo Euristeo, el malvado rey de Argos.  Heracles, finalmente, aceptó.

LOS DOCE TRABAJOS.


Heracles. Placio Real Viena.

Euristeo le propone “Doce Trabajos”, casi imposibles de realizar.

Luchar contra el león de Nemea.  Consiguió matarlo y se quedó con su piel.

Acabar con la Hidra de Lerna.  El monstruo tenía cincuenta cabezas que volvían a crecer si se las cortaba.  Con ayuda de su sobrino las cortó por la base con lo que no volvieron a crecer.

Cazar a la cierva de Cirene.  La cierva tenía patas de bronce y astas de oro.  Heracles la persiguió durante un año entero hasta que la cierva se detuvo a beber.

Atrapar vivo al jabalí de Eurimanto.  Este jabalí asolaba los campos de Arcadia.  Le puso una trampa, lo encadenó y se lo llevó a su primo.

Limpiar los establos de Augias.  Los establos del rey Augias llevaban treinta años sin limpiarse, por lo que despedían un hedor insoportable.  Heracles desvió el cauce de un río para que pasara por allí y los limpiara.

Destruir a las aves de Estinfalia.  En el lago Estinfalo existían unas aves consagradas a Ares.  Tenían el pico, las garras y las alas de bronce.  Mataban a todo el que se acercaba y emponzoñaban los campos con sus heces.  Heracles las distrajo con un cascabel y unas castañuelas.  Las aves se agruparon para  huir y Heracles las fue matando.

Domar al toro de Creta.  Este toro, que expulsaba fuego por las fosas nasales, iba a ser consagrado a Poseidón, pero Minos entregó otro en su lugar.  Por eso el dios de los mares enloqueció al toro, que se dedicó a destruir la isla de Creta.  Heracles lo capturó y se lo dio a Euristeo, que lo consagró a Hera.

Amansar a las yeguas de Diómedes.  Eran unas peligrosas yeguas antropófagas.

Conseguir el cinturón de Hipólita.  Hipólita era una princesa amazona.  Heracles se presentó ante ella y le explicó su trabajo.  La amazona dijo que se lo pensaría.  Mientras, Hera les dijo al resto de las amazonas que lo que realmente quería Heracles era secuestrar a Hipólita. Ante esta advertencia de la diosa, todas lucharon para defenderla y Heracles consiguió matar a Hipólita, robándole su cinturón.

Obtener el ganado de Gerión.  Heracles mató al gigante Gerión y le llevó su ganado a Euristeo.

Robar las manzanas de las Hespérides.  Heracles no sabía donde estaba el jardín, así que fue a preguntar a Prometeo.  El titán accedió a contárselo, siempre que Heracles le liberase del castigo al que Zeus le ha sometido.  Una vez liberado, le dijo que su hermano Atlas, padre de las Hespérides, sabía donde se encontraba.  Fue el mismo Atlas el que robó las manzanas de oro, mientras Heracles sostenía la bóveda celeste.

Encadenar al Can Cerbero.  Heracles consiguió atrapar al perro de las tres cabezas, guardián del Hades (el infierno) y se lo llevó a su primo.  Euristeo se asustó tanto al verlo que huyó a esconderse y se negó a salir hasta que el perro fuese devuelto al Hades.  Además Heracles, ya que estaba de paso, liberó a Teseo de la silla en la que estaba atrapado.  Tiró de él con tal fuerza que restos de sus nalgas quedaron pegadas en la silla.

DEYANIRA Y NESO.

Tras varios años de vagabundeo, conoció a Deyanira y se enamoró profundamente de ella.  Ayudó a la joven a librarse de un compromiso anterior y se casaron.

Heracles vivió una etapa de felicidad, hasta que un día, al tratar de cruzar un río, apareció un centauro.  Se llamaba Neso y se ofreció a llevar a Deyanira sobre su grupa a través del río.  La pareja aceptó.  A mitad de camino, Neso pensó que lo mejor sería raptarla, escapando al instante a galope con Deyanira sobre su grupa.  Heracles le persiguió hasta lograr matarle con una fecha.

El centauro agonizante junto a Deyanira,  se vengó antes de morir diciendo a Deyanira que recogiese su sangre, pues era un potente filtro de amor que le devolvería el cariño de Heracles, si éste le abandonase.  Deyanira le creyó.

Tiempo después, Heracles llevaría en sus brazos a una joven llamada Iole, por la que abandonó a Deyanira.

Deyanira le envió entonces una túnica empapada con la sangre de Naso.  Heracles se la probó y comenzó a agonizar.  La sangre era, en realidad, un poderoso veneno.  No pudiendo soportar el sufrimiento, Heracles se arrojó a una pira.

De allí lo recogió Atenea, que lo llevó al Olimpo, donde viviría para siempre como inmortal. Se casó con Hebe, la diosa de la juventud.
 

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