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EL AJO ES SALUD.
L'ail est sante. Mangez de l'ail.
"El ajo es salud. Cómalo".
Ya los egipcios y los romanos sabían
de las propiedades del ajo, un potente desinfectante y antiséptico.
Y luego está el famoso refrán francés: L'ail est
sante. Mangez de l'ail. "El ajo es salud. Cómalo".
Y es que el ajo elimina los parásitos
intestinales, protege contra la colitis, la diabetes, las enfermedades
de corazón, además de fortalecer los pulmones, el estómago,
los riñones, el páncreas y el corazón.
DEFENSAS Y VITAMINAS.
Combate las infecciones, es un potente
antiinflamatorio, aumenta las defensas, mejora la circulación, previene
la arteriosclerosis, disminuye el exceso de grasas en sangre, previene
la hipertensión, alivia el dolor, es un eficaz expectorante, está
indicado en problemas del aparato respiratorio y es diurético y
estimulante.
Es una excepcional fuente de vitaminas
A, B1, B2, B3, C y E; además contiene agua, carbohidratos, proteínas,
fibra, potasio, fósforo, calcio, hierro y sodio y se la considera
una de las plantas más ricas en selenio y germanio orgánicos.
También contiene adenosina -una sustancia química común
en las plantas del grupo del ajo (cebollas, cebolletas, puerros, etc.)-,
principal responsable de su capacidad para bloquear la agregación
de plaquetas y fluidificar la sangre.
Además las cubiertas externas
del ajo -y de la cebolla- contienen gran cantidad de pectina, una fibra
gelatinosa que terapéuticamente se utiliza para combatir la diarrea,
incrementar el torrente del plasma sanguíneo y disminuir el nivel
del llamado "colesterol malo" y de los triglicéridos tanto en la
sangre como en el hígado.
Bueno, pues además de ser
el mejor antibiótico natural, el ajo ayuda en la lucha contra los
problemas cardiacos, posición en la que ningún otro remedio
lo iguala.
Según, el doctor Stephen
Fulder en su libro “El poder curativo del ajo”, puede reducir significativamente
los niveles en sangre de triglicéridos y "colesterol malo", disminuir
la presión arterial, fluidificar y purificar la sangre y prevenir
la coagulación o la trombosis en los vasos sanguíneos. Es
decir, que protege el corazón y el sistema circulatorio contra las
tres causas principales de arteriosclerosis y ataques cardiacos.
En cuanto al nivel de colesterol
malo en sangre más de una treintena de estudios clínicos
han demostrado que tomar entre uno y dos dientes de ajo al día reduce
la tasa de "colesterol malo" una media de un 15% lo que, según el
doctor Fulder, es suficiente para reducir el riesgo de ataque al corazón
¡en un 30%!.
Mantiene el autor, asimismo, que
este bulbo es uno de los mejores remedios anticoagulantes que se conocen.
ANALGÉSICO
Además, se le reconoce cierta
capacidad analgésica para aliviar los dolores de cabeza y de las
muelas así como las neuralgias. También es eficaz para evitar
el estreñimiento, las varices y las hemorroides. Ayuda en los problemas
musculares (tensión muscular, artritis, artrosis, reumatismo, gota
y ciática) y previene los problemas renales.
Los compuestos más valiosos
del ajo sean sus aminoácidos sulfúreos y, entre ellos, especialmente
la alicina que es fruto de la mezcla de uno de estos aminoácidos
con la enzima alinasa. Estos aminoácidos sulfúreos tienen
un marcado efecto antibacteriano y antivírico, contribuyen a aumentar
los leucocitos y los macrófagos, reducen la presión sanguínea,
alivian el asma y la bronquitis, mejoran la función cardiaca y la
circulación de la sangre y ayudan al cuerpo a eliminar toxinas nocivas.
ANTIINFLAMATORIO.
Es un desinfectante 50 veces más
potente que el Alcohol de 90º o el zumo de limón además
de ser un excelente antiinflamatorio.
Es útil en infecciones de
boca, garganta o pecho -resfriados, toses, bronquitis, sinusitis,
laringitis, rinitis, asma y gripe
(además es un buen expectorante)-, infecciones de estómago
(diarreas y gastroenteritis); infecciones de la piel (pie de atleta, tiña,
etc.) e infecciones del aparato genitourinario como la candidiasis o las
aftas. Por otro lado, el
ajo es una manera natural de evitar
la infección por salmonelosis ya que en los preparados a los que
se añade se anula el riesgo de que exista la bacteria que lo causa.
Para los diabéticos es asimismo
un aliado interesante ya que reduce los niveles de azúcar en sangre
y estimula el proceso de absorción de la misma. Diurético
y estimulante del tono vital posee además una indudable acción
terapéutica sobre el hígado, el páncreas y las glándulas
tiroidea, pituitaria y suprarrenales.
Hasta combate el acné, las
verrugas, las picaduras de insectos e, incluso, evita las canas si se fricciona
directamente ajo sobre el cuero cabelludo.
Y aún hay más: se
ha constatado que la tasa de cáncer de estómago en consumidores
de ajo es un 60% menor que en aquellos que no ingieren ajos u otras plantas
afines como cebollas, cebolletas y puerros. De hecho, ya se determinó
en 1953 -cuando se hicieron los primeros estudios sobre ajo y cáncer-
que la alicina ofrece una interesante protección contra el cáncer
al ayudar al organismo a eliminar las células cancerosas por lo
que se le considera una más que recomendable herramienta preventiva.
EL AJO FRESCO ES UN REMEDIO CALORÍFICO
El acaloramiento que produce al
masticarlo nos hace sudar y eliminar toxinas, incluidos los metales pesados
que se almacenan en nuestro organismo.
ALIENTO
Puede combatirse masticando hojas
frescas de perejil, menta fresca o apio. Luego basta con enjuagarse la
boca con agua y unas gotas de limón. Otra posibilidad es prepararse
una infusión de tomillo, eucalipto, romero o manzanilla pues todas
ellas perfuman el aliento. Otra solución es quitar el filamento
interior del ajo.
SALUD MASCULINA |
AJO Y CIRCULACIÓN SANGUÍNEA.
Dentro de las arterias o las venas
estimula a las células que conforman la membrana para que se relajen
y se dilaten.
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SALUD MASCULINA |
AJO SÍ, AJO NO.
Sigue el debate científico
en torno a las ventajas del ajo para el corazón.
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SALUD MASCULINA |
CEBOLLA Y AJO, SALUD, AUNQUE
TODOS HUYAN DE SU LADO.
La cebolla y el ajo previene el
desarrollo de varios tipos de cáncer.
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