UNA TAZA DE MANZANILLA.
La manzanilla es digestiva, hepática,
biliar y antiespasmódica.
Protege y repara la membrana gástrica,
favorece las digestiones difíciles y ayuda a expulsar los gases
del aparato digestivo
Es muy recomendable en casos de
úlcera gástrica, gastritis, cólicos, etc.
Es un colagogo, es decir estimula
la producción de la bilis y hepática, protegiendo el hígado
o ayudando cuando aparece alguna enfermedad del hígado.
Gracias a uno de sus componentes,
la colina, ayuda a eliminar las grasas de la sangre lo que conlleva a una
disminución del colesterol en las arterias, previniendo la arteriosclerosis,
la degeneración de la vesícula biliar y los riñones.
Favorece la eliminación de
líquido en el cuerpo, muy útil para las toxinas y el ácido
úrico: enfermedades circulatorias, hepáticas, gota, artritis,
etc.
Contiene mucílagos lo que
la hace reparadora de las afecciones de la piel.
Tradicionalmente se ha utilizado
para los ojos enfermos - conjuntivitis, alergias, ojos cansados, orzuelos
etc.
La manzanilla tiene propiedades
antiinflamatorias y antisépticas, resulta capaz de desinflamar los
senos y eliminar los gérmenes causantes de la inflamación
• Receta: Diluir un par de gotas
de aceite esencial en un par de litros de agua y realizar inhalaciones.
Sus componentes activos son:
• Ácidos: Alfa-bisabolol
(flor), ascórbico, salicílico, cafeico, cáprico, gentísico,
linoleico, palmítico, oleico, péctico (planta)
• Vitaminas: C (ácido ascórbico)
• Pigmentos : Luteolina, apigenina,
cuarcetin (pigmentos amarillos)
• Alcoholes: farnesol, geraniol,
borneol (planta)
• Mucílago
• Azuleno
• Chamazuleno
• Farneseno
• Matricarina
• Patuletina
• Jaceidina
• Hiperosido
• Axilarina
• Colina
• Azúcares: fructosa, galactosa
(planta) glucosa (flor)
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