LA MIEL
 
La miel puede vencer a más de 60 diferentes tipos de bacterias.

La miel consiste en un 80% de azúcar, en el resto se esconden al lado de agua, grasa, fermentos y proteínas también vitaminas y encimas que pueden quitar inflamaciones. Además, la miel contiene agua oxigenada y ácida glucógeno que establece un ambiente ácido y así frena la propagación de los gérmenes. 
 
La miel puede vencer a más de 60 diferentes tipos de bacterias. Lo mejor es tomar una cucharadita de miel por la mañana y dejar que se disuelva lentamente en la boca para hacer posible un contacto intensivo con la membrana mucosa. Así se aumentan las fuerzas de protección y se protege de infecciones. 

Tomarla diariamente apoyará la digestión y tiene el efecto de que el intestino pueda hacerse mejor con la nutrición. Debido a la vasoconstricción, la miel es perfecta para gente con colesterol. En jarabes, la miel permite que las membranas mucosas se tranquilicen. 
 
Las encimas en la miel ayudan contra enfermedades como la neurodermitis, herpes o la soriasis. Las bacterias que son resistentes contra los antibióticos, se pueden combatir con miel. 

La miel en leche caliente pierde por completo todas las vitaminas y sólo sería azúcar. Tampoco se debe utilizar la miel con los bebés. Contiene gérmenes que el intestino de los bebés todavía no puede soportar.