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HISTORIA - ARTE / Curiosidades históricas.

ALMA MAHLER.

“Actúa para seducir a los dioses", le dijo su padre y se convirtió en la novia del viento. “Der Windsbraut”.

Alma Marie Schindler, casada Alma Mahler (31 de agosto de 1879 – 11 de diciembre de 1964), era guapa e inteligente en la época dorada de Viena y claro, los vieneses cayeron de uno en uno. Fue la esposa, sucesivamente, de personajes notables del siglo XX: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel.

Alma Maria Schindler nació en Viena y era hija del pintor Emil Jakob Schindler. Cuando Ama Mahler era niña su padre le dijo algo que fue presagio de su vida: “Actúa para seducir a los dioses". 

Después de la muerte de su padre, Emil Schindler (1892), su madre, Anna, se volvió a casar con uno de los últimos discípulos de su marido, Carl Moll. 

Alma creció en un entorno privilegiado en donde frecuentaban los artistas. Entre los amigos de su padre estaban Gustav Klimt, que dibujó varios retratos de ella y le dio su "primer beso" organizando un escándalo considerable. Aunque se sugiere que estaba enamorada de Klimt, se casó con Mahler y vivió una sonada aventura sexual con Kokoschka, el protegido de Klimt. Y todavía tuvo tiempo para casarse tres veces más.

Siendo joven, Alma tuvo relaciones sentimentales con el director teatral Max Burckhard y también con el compositor Alexander von Zemlinsky.

MAHLER Y LOS RETRATOS MUSICALES DE ALMA.

Entre los años 1902 a 1911 estuvo casada con Gustav Mahler, entonces director de la Opera Nacional y veinte años mayor que ella. Éste le exigió que dejase de componer, cuando sus escasas partituras mostraban en ella a una compositora de talento. 

Con él tuvo dos hijas: Maria y Anna (1902-1907), que murió de fiebre escarlatina o de difteria al poco tiempo. Se cuenta que Alma culpó a Mahler de haber "tentado al destino" en sus Kindertotenlieder, cuyos textos hablan precisamente de unos niños muertos, y Anna (1904-1988), futura escultora. 

No hay duda de que Mahler amó profundamente a Alma. Este amor se refleja en el famoso Adagietto de la Sinfonía nº 5, del segundo tema de la Sexta y de pasajes similares en la Octava. Cuando le preguntaron sus discípulos por el significado se limitó a decir que eran “retratos musicales de Alma”. 

En el verano de 1910 Alma enfermó y fue a reposar a un balneario en Tobelbad, cerca de Graz y Mahler se fue a su residencia en Toblach a componer. En este tiempo Alma se enamoró del joven arquitecto Walter Gropius, fundador de la Bauhaus. 

Mahler descubrió la infidelidad al descubrir una carta de Alma. 

Quedó deshecho pero le pidió que se quedase con él. Ella se fue y Mahler compuso tres movimientos de su Sinfonía nº 10. Alma suprimió los tres movimientos (inconclusos) alusivos a ella y encargó al compositor Ernst Krenek dar toques finales al primer movimiento que ya estaba casi concluido. Sólo al final de su vida, después de oír una grabación preliminar de la versión completa de la obra leída para la BBC, terminada por el compositor y musicólogo Deryck Cooke, autorizó la publicación de la obra. Mahler había puesto música al dolor por el amor perdido. Es una maravilla que cuando se escucha en el teatro de la música de Viena se convierte en una experiencia muy profunda.

Un año después de descubrir la infidelidad, Mahler murió en la más absoluta desolación.
 
Es muy famosa la visita de Mahler a Sigmund Freud para intentar descubrir porqué no podía hacer feliz a Alma.

El biógrafo de Mahler, Henry-Louis de La Grange, que cuenta abiertamente que Alma Mahler era muy dada a la bebida -"podía tomarse una botella de Benedictine entre el desayuno y la comida"-, clarifica la influencia negativa sobre Mahler del encuentro de una tarde que mantuvo con Freud. "Fue Alma la responsable de que Mahler se hiciese pedazos, no Freud. La conversación entre ellos fue positiva y le resolvió problemas al compositor. Freud, por otra parte, lo encontró genial, de una inteligencia superior".

El hecho de que Alma Mahler odiase a Freud y lo considerara un idiota se debe no a las prevenciones de ella respecto al sicoanálisis sino a la furia que sintió cuando, ya muerto Mahler, Freud envió la factura de aquella célebre sesión.

Según La Grange, que con motivo de escribir la biografía tuvo mucha relación con Alma en 1952, la aventura amorosa entre Gustav Mahler, que le llevaba diecinueve años estuvo llena de conflictos. Estos culminaron cuando en 1910 ella, que se iba a París con su amante Gropius y se citó con su marido en Cherburgo. "Mi impresión", dice La Grange, "es que él lo sabía y acabó, como muchos otros maridos, aceptando la idea de que tuviera un amante, porque la amaba y quería conservarla". Mahler, pobre de entrega, se sintió como un hijo al que su madre abandonaba: desde 1905 la relación había comenzado su declive y Alma Mahler se realizó sexualmente con Gropius: "Ella hubiese necesitado a Freud más que su marido", dice La Grange.

Otra de las historias que circulan es que el compositor frustró conscientemente la carrera de su mujer como compositora. La Grange también lo desmiente: "Alma era una aficionada, maravillosamente dotada pero aficionada. Tocaba muy bien el piano, pero no podía superar su pereza e indisciplina".

La Grange dice Alma era muy esnob y que se hizo amiga de él porque le fascinó que él perteneciese a la aristocracia francesa. Prueba de su amistad son las 28 cartas que La Grange conserva. Su amistad perdió fuerza cuando él le entregó el primer manuscrito de su monumental biografía y ella comprobó que aparecían citas constantes sobre la amada juvenil de Mahler. "Se puso celosa del pasado de Mahler. Nunca me perdonó. Quería ser considerada la única, era muy egocéntrica".

Respecto a la belleza de Alma Mahler también se ha difundido una teoría errónea. Su hija Anna, gran amiga de La Grange y una mujer muy inteligente, le dijo que cuando su madre se desnudaba era como un saco de patatas. Cuesta apreciar la inteligencia de una hija que dice algo así, si es que realmente lo dice, sobre todo por aquello de “como te ves yo me vi, como me ves te verás”.

Los ojos de Anna eran los más bellos dice La Grange, y los de Alma también eran bellos, "pero no cálidos". La hija detestaba la dominación de la madre y mantenía una relación de amor-odio. "Alma podía ser muy cruel: le gustaba ayudar a la gente, pero sólo cuando la gente no la necesitaba", apostilla La Grange.

GROPIUS 

Tras la muerte de Gustav Mahler, se casó con Walter Gropius, arquitecto de la Bauhaus, El matrimonio duró pocos años, entre 1915-19 y acabó en divorcio.

KOKOSCHKA 

Durante dos años, Alma tuvo una relación muy apasionada con el pintor Oskar Kokoschka, el protegido de Klimt.

Kokoschka la retrató varias veces y en su “Der Windsbraut” (La novia del viento) representó su amor por ella. 

La relación fue tan apasionada, que Alma le abandonó por el novelista Franz Werfel, y quedó embarazada. Alma consideraba que el hijo era de Werfel , pero aún estaba casada con Gropius. 

Pero el pobre Oskar Kokoschka quedó desconsolado y se mandó hacer una muñeca de tamaño real para recordar a Alma con todos sus detalles. 

Cuentan los vieneses que una vez Kokoschka fue a un pequeño teatro llevando la muñeca como si se tratara de la propia Alma.  

WERFEL.

Luego estuvo casada entre 1929-45 con el escritor Franz Werfel. 

Su hijo, Martin Carl Johannes, nació prematuramente y murió a los diez meses. La hija que tuvo con Gropius, Manon (1916-1935), murió de poliomielitis, a los dieciocho años. El compositor Alban Berg, gran amigo de Alma, y que sentía gran cariño por la niña, escribió su famoso Concierto para violín y orquesta "A la memoria de un ángel" en memoria suya.

En 1938, Alma y Werfel, que era judío, tuvieron que abandonar Austria y viajaron a Francia. Con la ayuda del periodista estadounidense Varian Fry en Marsella, escaparon del régimen nazi en un singular viaje por los Pirineos hasta España y de ahí a Portugal y Nueva York. 

Mientras estaba en Francia, hizo una visita al Santuario dedicado a la Virgen María de Lourdes. Recibió allí ayuda de las Órdenes católicas que atienden el santuario y prometió escribir sobre la experiencia, y una vez en Estados Unidos, en 1941, publicó La canción de Bernadette que fue convertida en una película en 1943 con Jennifer Jones como protagonista. 

Franz Werfel murió en Los Angeles en 1945 y fue enterrado allí, en el cementerio de Rosendale. Sin embargo, su cuerpo fue más tarde exhumado y devuelto a Viena para ser enterrado en el Zentralfriedhof.

Es muy famosa la frase de Werfel “para que el que cree no es necesaria ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra”.

Después de la muerte de Werfel en 1945, Alma regresó a Nueva York donde era un personaje cultural destacado, y publicó volúmenes de cartas de Mahler y sus propias memorias “Mein Leben” (traducido al inglés And the Bridge is Love - Y el puente es el amor). 
 
Al final de su vida, se trasladó a Los Angeles, y murió en Nueva York en 1964. 

OBRA

Alma fue compositora, escritora y pintora, escribió composiciones instrumentales y comenzó la composición de una Opera, además, ella era copista y lectora de las pruebas de las obras de Mahler. Su música aún es interpretada en la actualidad, entre ellas están: Die stille Stadt, for voice & piano 5 Songs (1910), In meines Vaters Garten, for voice & piano 5 Songs (1910), In meines Vaters Garten, for voice & piano 5 Songs (1910),Laue Sommernacht, for voice & piano 5 Songs (1910), Bei dir ist es traut, for voice & piano 5 Songs (1910), Ich wandle unter Blumen, for voice & piano 5 Songs (1910), Licht in der Nacht, for voice & piano 4 Songs (1915), Waldseligkeit for voice & piano 4 Songs (1915),Ansturm, for voice & piano 4 Songs (1915), Erntelied, for voice & piano 4 Songs (1915), Hymne an die Nacht, for voice & piano 5 Songs (1924), entre otras.
 

  • Alma fue la novia del viento. “Der Windsbraut”.

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