DOS SOLEDADES QUE SE PROTEGEN
“El amor consiste de esto, que
dos soledades se protegen y se tocan y se acogen la una a la otra.”
Rilke.
Decía Rilke que el amor es
un pacto entre dos soledades que se protegen, limitan y procuran hacerse
felices.
Este pacto sólo tiene una
línea roja: el respeto, pero no sólo el respeto al otro,
sino el respeto a uno mismo, sin el cual no es posible el otro respeto,
el que debemos a quien nos hizo felices.
A veces una soledad traspasa esa
línea, normalmente no por mala fe, sino por desilusión, por
desamor o por una búsqueda precipitada de la felicidad. Una felicidad
que parece que se aleja cuando la perseguimos.
A veces el amor conduce al dolor,
a veces el dolor nos hace perdernos el respeto que nos debemos y que debemos.
Dos soledades se protegen, dos soledades
se respetan, dos soledades sienten dolor a la vez por el dolor de una de
ellas.
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