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ENTRE HOMBRES

EL FLAMENCO, LA VOZ DEL MACHISMO.

El flamenco es un crisol de culturas que refleja en sus canciones las relaciones entre hombres y mujeres.

José Luis Buendía, profesor de Literatura Española de la Universidad de Jaén, ha publicado en la revista Candil un artículo sobre el maltrato a la mujer en las letras del cante flamenco. En el curso de un congresos universitario, el profesor ha declarado que en el flamenco confluyen dos sociedades muy oscuras y muy cerradas: primero el pueblo bajo andaluz de cultura muy limitada, y después la sociedad gitana, donde hay un sistema muy cerrado y cautelar en torno a la mujer, que siempre ha de ir con el marido o con el hermano, o tiene que tener el mito de la virginidad.

La virginidad de la mujer está presente en letras donde se presenta a la mujer como moneda de cambio o un simple objeto. Por ejemplo:

 
-La mujer que rompe el plato sin ser hora de comer. Por muy bonita que sea no le sale mercader.

-Al paño fino en la tienda, una manchita le cayó, se ha vendido a bajo precio porque ha perdido su valor.


En otras ocasiones se llega al insulto a la mujer adultera:
 

-Mala puñalá te den, que te den los sacramentos, que tú no le tienes ley ni a la camisa de tu cuerpo.


O justifica la violencia hacia la mujer:
 

-Yo tengo a la mujer compará con el caballo, que es menester darle espuela pa quitarle los resabios.


Otras veces, simplemente aprece el rencor:
 

-Que yo no te quiero a ti, ni a tu gente, ni a tu casa, ni a la luz de tu candil


A pesar de estos ejemplos, Buendía sostiene que existen millones de letras, la mayoría de cariño, de exaltación o de dulzura hacia la mujer.
 

-Hasta el olivarito cercano yo me llevaba a mi gitana y le eché el brazo por encima como si fuera mi hermana.


Y de pronto, la voz de las mujeres también se hace un hueco en el flamenco:
 

-Si las mujeres tuvieran la libertad de los hombres saldrían a los caminos a robar los corazones.

 

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