ERES MÁS TIERNO QUE EL DÍA DE LA MADRE.

¿Qué te ha cambiado?.

La primera vez que te vi pasar la puerta del bar ya sabía que eras una victima fácil. No puedes ocultar que eres el clásico niño bueno y estudioso que nunca ha roto un plato. Siempre habías hecho lo correcto, colegio, universidad, una única novia, casarte pronto y esperar a morir de viejo.

Pero un día se te rompió el plan porque tu mujer te cambió por tu jefe, más joven que tú y más rico. Para colmo te despidieron.

Estabas completamente perdido. No tenías experiencia de ninguna clase y de pronto a tu psicólogo se le ocurre la brillante idea de mandarte solo a tomar copas, a ver si despiertas a golpes. Realmente dabas pena entrando por la puerta de los bares, en tu cara estaba escrito ¿qué hago yo aquí en lugar de estar viendo la televisión con mi mujer y mis niños?.

No sabías seguir una conversación, ¡lo pesado que te ponías!, te daban miedo las mujeres, sólo querías encerrarte en tu nuevo trabajo y en tus libros, sólo ahí te encontrabas seguro.

Lo primero que hiciste fue apuntarte a un gimnasio. Nunca te ha gustado la gimnasia. Tu sitio no está entre los cachas de gimnasio. Y además tan delgadito, tan poca cosa.

Me dije, es más tierno que el día de la madre. Al principio jugué un poco contigo pero enseguida te lo puse fácil, te propuse ir al cine, como cuando teníamos quince años, un paseo por la montaña con merienda, alguna copita rápida por la noche.

Pero un año después has espabilado. Has arruinado con competencia desleal a la empresa del novio de tu mujer. A la pobrecilla le has regalado un coche nuevo diciéndole que te da miedo que los niños vayan en las cuatro latas que tiene ¿hay algo más humillante?, te has borrado del gimnasio y te han crecido conchas para protegerte de los demás. 

Hoy eres otro, pero me paseas por los mejores hoteles de Europa. 

En el fondo sé que estás descolocado, que prefieres el sofá familiar y una película de aventuras con palomitas, que sigues siendo más tierno que el día de la madre, pero te has hecho a tu nueva vida. Ahora muerdes antes de ser mordido, pero sueñas con volver a casa, al coche de cuatro latas ...