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EL HOMBRE ACTUAL QUIERE SER PADRE. Los jóvenes españoles quieren implicarse en el cuidado y la atención de sus hijos y reivindican un modelo familiar diferente al que ellos han vivido, con padres ausentes y autoritarios. Los hombres españoles no saben cuidar a los demás. Nunca lo han hecho. Hasta ahora, las mujeres han sido las encargadas de atender a los mayores, a los hijos, incluso a la pareja. Pero parece ser que esto está cambiando, lentamente. Los jóvenes españoles quieren implicarse en el cuidado y la atención de sus hijos y reivindican un modelo familiar diferente al que ellos han vivido, con padres ausentes y autoritarios. Esta es una de las conclusiones del estudio de la Fundación BBVA Los hombres jóvenes y la paternidad, elaborado por las sociólogas Inés Alberdi y Pilar Escario con entrevistas y grupos de discusión en los que han intervenido 91 hombres de 25 a 45 años de clase media en cuatro grandes ciudades. España es una de las sociedades europeas en las que más se ha retrasado la edad en la que se tiene descendencia, y también el número de hijos. Pero estos son mucho más deseados que nunca y los hombres empiezan a incorporarse a una paternidad más afectiva. "Asisten a los partos, juegan con sus hijos y se implican más que las generaciones anteriores", destacó ayer Inés Alberdi. El informe identifica tres tipos de nuevos padres: el "intenso", que vive de un modo muy afectivo y emocional la paternidad; el "responsable", que quiere repartir las tareas al 50% con su mujer y el "complementario", que hace todo aquello a lo que la madre no llega. EL ENTORNO LABORAL. “Sus entornos laborales no lo entienden. Se les reprocha mucho que quieran cuidar de sus hijos, mucho más que a ellas”, constatan las autoras del trabajo, las sociólogas Inés Alberdi y Pilar Escario. Los hombres se topan con un muro en el mundo laboral. Si las empresas ya tienen muchos problemas para aceptar y respetar que las madres pidan reducciones de jornada y bajas posparto, en el caso de los hombres la situación es aún peor. "En los grupos de discusión los hombres nos contaban que tienen grandes dificultades en su ambiente de trabajo, que se les reprocha que dediquen tiempo a sus hijos y que cuidarlos sea una prioridad", resalta Alberdi. "Las empresas, las instituciones y las administraciones públicas tienen que asumir que los hombres también tienen derecho a la paternidad". PASO A PASO. Todavía son minoría, admiten Alberdi y Escario. Esta actitud es más una “tendencia” que una realidad. Aunque los jóvenes con hijos quieren pasar más tiempo “y de más calidad” con sus hijos, todavía están “mucho menos dispuestos” que las mujeres a aceptar unas penalizaciones laborales que muchas de ellas “asumen” a cambio de su maternidad. "Están menos preparados para que la paternidad frene su carrera profesional", puntualizó. Y todavía muy pocos, sólo un 9,4%, consideran fundamental a la hora de elegir un empleo, que sea compatible con sus responsabilidades familiares. Los jóvenes de hoy coinciden al rechazar el modelo tradicional de paternidad, pero no todos entienden igual su nuevo papel. Las autoras del estudio, basado en entrevistas personales y 12 grupos de discusión celebrados en Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao, diferencian entre tres tipos: El ‘intenso’. Es emocional, afectivo. Está centrado en atender a su hijo. El nacimiento del niño hizo que su vida cambiara totalmente e incluso desplazó a la madre a un lugar menos importante. El afecto que siente por su hijo es un sentimiento totalmente nuevo, “insospechado incluso para él”. El ‘responsable’. Vive la relación con su hijo con el mismo “sentido de responsabilidad y obligación” que la madre. Antes de nacer el niño, ya ha asumido su papel. “Está dispuesto a sacrificar horarios de trabajo y aficiones para pasar más tiempo con él”. Sabe que la madre tiene un papel fundamental, pero que en ningún caso reduce en nada el suyo.”Su propuesta es compartir y adoptar un papel equivalente al de la mujer”. El ‘complementario’. Apoya “desde fuera” lo que le pide la madre., pero lo hace “más por adaptación que por convicción”. Sigue pensando que “las mujeres son diferentes y que es a ellas a quienes corresponde el ejercicio de la maternidad como algo exclusivo y propio”. Colabora, porque en la sociedad actual siente que no puede evadirse, pero no “comparte”. Estos padres “complementarios” son
los más abundantes en España, según el estudio. Aun
así los nuevos modelos empiezan, según Escario, a suavizar
"las aristas profundas del machismo" al establecer unos vínculos
afectivos con los hijos desde que son bebés. La reciente Ley de
Igualdad y el derecho de los padres a disfrutar de un permiso de paternidad
de 15 días colaboran a este cambio, aseguran. Además, los
hombres aprenden a cuidar de otro, algo para lo que no nunca antes habían
sido educados, y se "desconstruye" la jerarquía familiar patriarcal
de orden autoritario.
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