LA ESPAÑOLA CUANDO BESA.

¿Que me levantan al novio!

Por si fuese poco la estadística (dos mujeres por varón) ahora resulta que vienen de fuera y se quedan con nuestros hombres. 

Un pueblecito levantino ha vivido una manifestación patriótica de vecinas que salían a la calle a protestar porque sus novios se casaban, uno detrás de otro, con inmigrantes rusas que venía a recoger la fruta. Imagino que los padres de las susodichas habrán empezado ellos a recoger la fruta o a dejarla en el árbol. ¡Qué falta de patriotismo!.

Mi tío, que ya no cumple los sesenta se ha traído una jovencita que le está enseñando a bailar merengue. Le pregunto, pero tío ¿es que no hay españolas?. Sobrina son todas iguales. ¿Tú sabes hacer un cocido madrileño?. No tío. ¿Una fabada?. No tío. ¿Conoces varón?. Sí tío. Lo ves, todas sois iguales. 

Y lo peor que ya baila merengue.

Salimos el sábado cuatro amigas y unas extranjeras nos adelantaron por la izquierda y se llevaron el poco pescado fresco que había en la discoteca. Vienen con la excusa de aprender español. No se lo cree nadie, hoy todo el mundo quiere hablar inglés.

Pero Pepe no te das cuenta de que esta sueca no te quiere a ti, que quiere venir a vivir al sol, que en su país hace mucho frío y no hay jamón, que en cuanto conozca a otro más del sur, que te digo uno de Almería, te deja tirado. 

Pues nada ni caso, y mientras el gobierno preocupado porque una compañía alemana se va a quedar con una eléctrica española, y de lo nuestro qué. ¿No pueden hacer un decretillo para prohibir la entrada de las rubias?.

¿Oye tío, no tendrá un primo la del merengue?