LOS “NANA” (NADA DE NADA).

Los “nana”, nada de nada.

Mi abuela me decía: niña cásate y a vivir. Entonces no había divorcio y no pasaba nada si te ponías en cien kilitos. También es cierto que mi abuela seguía: pero si te sale rana que sepas que es para toda la vida. Así que llegó el divorcio para salir huyendo de las ranas.

Luego llegó la época de la negación a todo compromiso. Los que venían de un divorcio decían que con un matrimonio bastaba y los otros que para qué. Ahora ese discurso lo matizan porque dicen que las leyes están del lado de las mujeres y que a todos se les presume culpables por los crímenes de unos cuantos “muchos” locos violentos.

Así surgió la especie “nana”, nada de nada, padres de los “nini”, niños que ni estudian ni trabajan. Volviendo a los “nana”, no se casan, no se comprometen, no pagan copas, no conviven, no quieren hijos o reniegan de sus “nini” y huyen despavoridos del más mínimo compromiso.

Los “nana” hablan poco, pero cuando lo hacen es para decir que pagan la hipoteca de una casa donde vive su ex y su amigo, o que han pagado los mejores colegios de unos hijos a los que no se les deja ver. Otros no han pasado por estas circunstancias y son “nana” por vocación, porque eso de comprometerse no va con ellos, es mejor ser un Peter Pan eterno.

El “nana” desaparece al amanecer aprovechando el sueño de su conquista. No quiere atarse a nada, tiene miedo a todo. No quiere amanecer de nuevo en los brazos de quien le ate. El “nana” sabe lo que se pierde, pero no tiene fuerzas para volver a intentarlo.

Los “nana”, nada de nada, están muy leídos, pero sólo escuchan por los ojos, o mejor, se escuchan a ellos mismos. Su frase favorita es: “ni un solo problema”. Pues ellos se lo pierden ….