NERUDA ESCONDIDO EN CAPRI Y UNA REINA.

“Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu risa”. 

Pablo Neruda se refugió una temporada en la maravillosa Capri, la maravillosa isla italiana. Fueron seis meses los que el poeta chileno pasó en 1952 en la isla que sirvió de refugio a los emperadores romanos.

Fueron seis meses en compañía de su nuevo amor, la cantante chilena Matilde Urrutia, que veía a escondidas de su esposa, la pintora argentina Delia Carril. Matilde Urrutia se convertiría después en su segunda esposa.

La historia quedó reflejada en un libro “Los versos del capitán”.

Como homenaje a sus meses de exilio de amor y política en la isla de Capri, se ha hecho una reedición especial del libro. A ella acudió el embajador de Chile en Italia que lo resumió de esta forma:  “todo libro tiene su historia y el de éste es una historia de infidelidad, amor, amistad y complicidad”, “los versos del capitán es un libro de poemas intensos, que describen el amor que crece en medio de las dificultades que les tocaba vivir entonces, como la Guerra Fría, la persecución que el gobierno chileno de la época sometía a los militantes comunistas, la amenaza de expulsión de Italia, revocada por presión de los amigos italianos de Neruda”.

Y es que el Neruda embajador se salvó gracias a sus amigos,  desde el pintor Renato Guttuso, el cineasta Luchino Visconti, el periodista Antonio Trombadori, Elsa Morante y líderes comunistas como Pietro Ingrao y Palmiro Togliatti, secretario del partido comunista italiano.

“LOS VERSOS DEL CAPITÁN” 

En 1952 el italiano Paolo Ricci editó un volumen anónimo de versos titulado “Los versos del capitán” en una edición limitada de 44 ejemplares. Como prólogo del libro aparecía una carta firmada por una tal Rosalía de la Cerda, escrita en La Habana, Cuba, explicando que envía al editor Paolo Ricci una serie de poemas que había escrito para ella un excombatiente del bando republicano en la Guerra Civil Española. El soldado y ella, que hacía una gira como artista en la frontera entre España y Francia, se habían conocido al finalizar la guerra y habían vivido una historia de amor cuyo testimonio son los poemas que forman parte de Los versos del capitán.

Este prólogo fue inventado o por Pablo Neruda o por, porque prefería mantener el anonimato del libro y no herir a su todavía esposa, Delia del Carril, de la que se encontraba en proceso de separación. 

“La única verdad es que no quise, durante mucho tiempo que esos poemas hirieran a Delia, de quien me separaba. Delia del Carril, pasajera suavisima, hilo de acero y miel que ató mis manos en los años sonoros, fue para mí durante dieciocho años una ejemplar compañera”

Pablo Neruda contó en “Confieso que he vivido” lo sucedido con su obra “Los versos del capitán”, “… revelar su progenitura era desnudar la intimidad de su nacimiento.”, “Y no me parecía que tal acción fuera leal a los arrebatos de amor y furia, al clima desconsolado y ardiente del destierro que le vio nacer.”

Todo empezó en 1945, Pablo Neruda fue elegido senador, pero en 1948 fue expulsado por el gobierno de Gabriel González Videla, por lo que en 1949 busca el exilio con su mujer, la pintora Delia del Carril. Durante su estancia en Méjico padeció de flebitis y fue atendido por Matilde Urrutia. Es entonces, cuando a espaldas de su esposa, Pablo Neruda comienza una relación secreta con Matilde que ocultó en diferentes ocasiones. Así, invitó a su amante a París, a Alemania la hizo invitar como cantante al Festival Mundial de la Juventud. A la Unión Soviética la lleva como amante de Nicolás Guillén. 

El 30 de enero de 1952, desde el puerto de Gotemburgo, Neruda envía a su mujer Delia a Chile, tras dieciocho años de matrimonio, de los que Delia del Carril confiesa que “lo más fuerte que me queda es una desilusión”.

Meses después, el italiano Erwin Cerio le ofrece a Neruda su casa en la isla de Capri. Neruda llega una noche con Matilde Urrutia. La chimenea estaba encendida y la mesa puesta. En palabras del propio Neruda: “Nuestra primera comida en ella, nuestra primera noche en ella. Sería tonto describirla, jamás llegaría a encontrar las palabras para dar la mínima idea de lo que fue. Solamente diré de aquella y de aquella noche: ¡qué fiesta!”. “Toda la noche he dormido contigo / junto al mar, en la isla./ Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño, /entre el fuego y el agua”. 

En esta casa de color blanco con amplia terraza, sobre un bosque frondoso, con el mar de fondo, pasan los mes, hasta que un día Neruda le entrega un anillo con una inscripción: “Capri, 3 de mayo, 1952, Su Capitán”. 

Después, Neruda le regaló “Los Versos del Capitán“, que Matilde conservó en una caja de madera con trozos de nácar. 

“Espero./ Entonces en un salto / de fuego, sangre, dientes,/ de un zarpazo derribo / tu pecho, tus caderas./ Bebo tu sangre, rompo / tus miembros uno a uno.” 

Un día cruzan a Nápoles, justo enfrente de Capri, para visitar a Gabriela Mistral, que era cónsul en ese momento. El pintor Paolo Ricci les propuso entonces publicar “Los Versos del Capitán”. El Partido Comunista italiano asumió los gastos, 5.000 liras por subscritor, como un homenaje al “compañero, al exiliado y al poeta”. En la última página del libro se menciona a cada uno de los distinguidos colaboradores: Luchino Visconti, Giulio Einaudi, el escritor Carlo Levi, el famoso pintor Renato Gattuso, el poeta Salvatore Quasimodo, la novelista Elsa Morante y el escritor Jorge Amado, entre otros. 

La primera edición salió el 8 de julio de 1952 de la imprenta Arte Tipográfico de Nápoles con papel marfil hecho a mano, la tipografía Bodoni e ilustraciones de Ricci. En la portada, la cabeza de una medusa. Tuvo una tirada de 44 ejemplares y fue publicado como anónimo. Se le consideró clandestino a pesar que media Italia, sus colaboradores, estaba involucrada en el libro. 

Neruda dividió el libro en siete partes. Las cinco primeras se titulan “El amor”, “El deseo”, “Las furias”, “Las vidas” y “Oda y germinaciones”. A continuación sigue un largo poema, llamado “Epitalamio”, que significa “poema escrito para celebrar una boda”, y, por último, el poema más largo, “La carta en el camino”. La clave de la estructura de este libro está en el poema “Epitalamio”, canto de bodas. En él celebra el poeta la unión con su amada, que ha pasado previamente por las cinco etapas de noviazgo descritas en cada capítulo. Celebrada la unión, el último poema, “La carta en el camino”, es el poema de la separación, contrapunto necesario a todo enamoramiento. 

 “Los versos del Capitán” unifica los inicios de la relación amorosa entre Neruda y Matilde y las dificultades de conjugar amor con la militancia política del poeta. 

Matilde acompañó a Neruda hasta el día de su muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, y asumió la tarea extremadamente difícil de preservar su legado en circunstancias dramáticas para Chile. 

Matilde dejó a título póstumo un libro “Mi vida junto a Pablo Neruda”. El libro arranca con la muerte del poeta en 1973 y alterna luego los recuerdos de Capri, Praga, Moscú o París.

Matilde murió en Santiago de Chile en 1985, víctima de un cáncer generalizado. Su capitán había visto en ella a su reina: