LO QUE QUEDA EN LA PLAZA

Cosas que pregunta el poco pescado suelto que queda en la plaza.

Me llevaron unas amigas a una fiesta a la que van ese tipo de impresentables pero que son “el último pescado suelto que queda en la plaza”. Mis amigas me pidieron que me mantuviese callada, que los hombres siguen pensando como Voltaire, que decía que “una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo”.

Me encontré con un antiguo colega que tras tres copas me dijo: mira sobre la base de que sólo tengo un día libre, qué opción me aconsejas. Tengo tres amigas y no sé con cual salir a cenar. Una me ofrece pura amistad y cena, la otra pura amistad, cena, matrimonio e hijos, y la tercera pura amistad, cena, masajes en la espalda y muchos besos. ¿Qué me aconsejas?.

En ese momento una se pregunta si merece la pena salir para escuchar a semejantes besugos, así que aprovechando que las amigas andaban lejos le dije con mucho cariño que si quería una relación de futuro que se quedase con la más sorda de todas.

Y como una no está muy cenada por este carácter que me pierde, pero si muy leída, porque algo hay que hacer, me acordé de Einstein que dijo que “hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.