LA LEYENDA DEL PESCADOR URAQUIMATARO

Lo que perdemos con nuestra imprudencia.

Hay un cuento japonés que nos cuenta la leyenda del pescador Uraquimataro, que un día decidió abandonar los reinos profundos del príncipe del mar, que era un dragón.

Como despedida, el dragón le da como obsequio una pequeña caja con la previa advertencia que no debe ser abierta, porque entonces el don que le ha sido conferido desaparecerá. 

Pero Uraquimataro no puede vencer a la curiosidad, que siempre vence a la prudencia, y el pescador Uraquimataro acabó abriendo la caja.

“(Uraquimataro) levantó la tapa del cofrecito y un pájaro salió del interior. Remontó el vuelo, y desde lejos se oyó su voz:

- Has perdido el don de la juventud eterna Uraquimataro. Ahora el cuerpo cargará con los años que pasaste en el reino del Dragón del Mar”.

Había recibido y perdido el mejor de los regalos, la eterna juventud, así que volvió a ser mortal como era antes de su descenso a los reinos del príncipe del mar.

Nos preguntamos cuánto habremos perdido por no nuestra imprudencia.