Anuncios
inmoley.com
Cursos y Librería inmobiliaria
masmasculino.com
Es muy difícil ser constantemente el mismo hombre. Séneca
ENTRE HOMBRES
SER PADRES
EL DESVAN
ELLAS
HISTORIA
SALUD 
SEXUALIDAD
COSMÉTICA
DEPORTES
Muchas historias para decirte que yo te quiero más.
> Un hombre sólo es realmente un hombre cuando lo da todo por una mujer.
UN LIBRO PARA REGALAR
Ver libro
PORTADA
SECCIONES
SER PADRE
Paternidad responsable.
ENTRE HOMBRES
Revista masculina
HOMBRE ACTUAL
Opinión masculina.
SICOLOGIA MASCULINA
(El desván)
SALUD MASCULINA
Aprender a cuidarse
SEXUALIDAD
Ella lo es todo.
COSMÉTICA MASCULINA
Siempre joven.
DEPORTES MASCULINOS
Siempre en forma.
HISTORIA
Siempre aprendiendo.
COCINA
Ser independiente.
CÓMO NOS VEN ELLAS
Opinión femenina.
APRENDER
Vivir es no dejar de aprender.
Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.

 

EL DESVÁN. 

NO HE SABIDO TRAER A CASA LA LUNA QUE TE PROMETÍ.

¿Tengo paciencia contigo?. ¿Responder con insulto a cada insulto o hacer que no se escucha?. Sobre todo sentarse a escuchar, sí escuchar, para luego saber hablar.

El profesor Ernest Harburg, del Departamento de Sicología de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, ha dedicado 17 años los códigos de interacción de 192 parejas. 

La búsqueda se circunscribió a un dato puntual: cómo reaccionaba cada uno frente a una agresión verbal considerada injusta. La cuestión era si reprimía o no la ira. Las conclusiones fueron terminantes: en las parejas cuyos integrantes suprimían sistemáticamente los enojos, el índice de mortalidad temprana, principalmente por factores cardiovasculares, fue del 23%. Pero entre los miembros de parejas capaces de enfrentar el conflicto, consensuar diferencias y resolver las crisis, fue de sólo el 6 por ciento. 

Harburg sostiene que una persona que se siente atacada injustamente se dispara un sentimiento automático de ira. Si la suprime, la ira se internaliza y comienza un proceso rumiante de repetición mental de las imágenes de la pelea, que finalmente se convierte en resentimiento. Si esta conducta persiste, desequilibra todo el funcionamiento corporal. 

Otros sicólogos americanos, Janice Kiecolt Glaser y Ronald Glaser, de la Universidad de Ohio, Estados Unidos realizaron un estudio sobre el funcionamiento neuroendocrino de 90 parejas durante el primer año de matrimonio y diez años más tarde: las concentraciones sanguíneas de las hormonas del estrés habían trepado considerablemente en las parejas en crisis. 

Otro estudio similar, publicado en la revista Archives of General Psychiatry , demostró cómo las relaciones hostiles modulan la producción de ciertas sustancias corporales que intervienen en el proceso de cicatrización. 

Otras veces la hostilidad o el estrés se manifiesta de modo diferente, ya no hay ni enojo o respuesta inmediata a las agresiones verbales ni indiferencia, es la fase del desprecio, de la burla y de la ironía. Otras veces hay una respuesta en forma de venganza más simple, se retira el control del dinero o se niega el sexo.

Luego esta actitud se convierte en crónica y años después ninguno de los dos se acuerda como empezó. Ni siquiera se habla del tema. Se asume como parte del matrimonio. Un matrimonio entendido como una convivencia despreciable pero obligada. Lógicamente esto queda dentro y la salud se resiente.

"Reprimir la ira es impedir la resolución del problema, pero la forma de expresarla tiene sus límites", aconseja Ernest Harburg. Y especifica algunas reglas de comunicación que ayudan a manejar los conflictos dentro de la pareja: 

  • Desarrollar una escucha saludable: no pensar en otra cosa mientras el otro está hablando; no interrumpirlo (solamente puede hablar uno por vez); calmar los sentimientos negativos enfocando la mente en el contenido intelectual de la conversación; tratar de ignorar transitoriamente aquellos rasgos del otro que resultan molestos, y abrir la agenda de temas hasta consensuar algún acuerdo que restaure el sentimiento de justicia. 
  • Expresar la ira en el momento de la discusión, evitando toda conducta violenta, que sólo exacerba el problema en lugar de ayudar a resolverlo. 
Y añadiríamos otra receta: sentarse a escuchar, sí escuchar, para luego saber hablar. Cuando ya es tarde lo que más se lamenta es no haber querido escuchar, comprender que no hemos sabido traer a casa la luna que prometimos.
 

ir a inicio de página

OPINE
¡Nos falta la palabra!
www.inmoley.com
Formación inmobiliaria práctica
> Sólo cuentan los resultados.
Asesoramiento legal inmobiliario
Noticias inmobiliarias
Cursos / librería
Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.

 
 
 
 
 

 

Copyright © masmasculino.com 
Todos los derechos reservados. El uso de esta información sin autorización expresa de masmasculino.com y al margen de las condiciones generales de contratación de masmasculino.com, será perseguido judicialmente.
Volver a la página anterior