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HISTORIA - ARTE / Curiosidades
históricas. |
SABER SER REINA ES MÁS
QUE SERLO
Dos reinas y dos ejemplos.
Durante la segunda guerra mundial
la reina Guillermina de Holanda estuvo en Londres. Allí recibió
a una delegación de compatriotas y comió con ellos. Estos
hombres nunca habían tenido un cuenco de agua con limón para
lavarse las manos tras tocar marisco, así que entendieron que era
una sopa y lo bebieron. La reina Guillermina de Holanda no dudó
en hacer lo mismo para no ofenderles.
En la web de la Embajada de Alemania
en Madrid se dio una recepción a la entonces princesa Sofía.
Se le sirvió por error una tartaleta de fresas, decorada no con
nata, sino con Meerrettich, una pasta muy picante hecha a base de rábanos.
La princesa se la terminó valientemente sin una sola queja.
Y es que saber ser reina es más
que serlo.
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