NIÑOS Y COMIDA: NEOFOBIA
Si el niño se niega a patadas
a comer otras cosas que no sean filetes, patatas y golosinas puede que
tenga neofobia.
Neofobia es el miedo a cosas nuevas,
sobre todo a situaciones, personas pero también comida. Esta actitud
es muy común entre niños que categóricamente rechazan
comida nueva. Es el instinto, porque los nuevos sabores pueden ser peligrosos.
En la niñez se desarrolla
el sentido del sabor y muchos niños identifican la comida nueva
con situaciones nuevas desagradables. La diferencia entre el instinto normal
y la enfermedad, que también puede afectar a adultos, es cuando
la introducción de una comida nueva siempre resulta extremadamente
estresante.
Es muy normal que los niños
a partir de los dos años empiecen a rechazar la comida nueva.
Niños neofóbicos son los que tienen una dieta muy reducida
pero insana. Los médicos aconsejan a los padres que no se adapten
al gusto restringido del niño ni que le causen más estrés
o que le obliguen a comer. La obligación no solo causa más
estrés y rechazo sino también refuerza la preferencia a la
alimentación conocida que suele consistir en golosinas.
Los estudios científicos
han demostrado que las personas con neofobia tienen una expectativa de
vida reducida a causa del alto grado de hormonas causadas por el estrés.
O sea, dejarle llorar delante del
plato está mal pero tampoco habría que dejar de ofrecerle
otras cosas. Normalmente si el niño ve que toda la familia come
otras cosas, desaparece la neofobia. Los padres y los hermanos juegan un
papel importantísimo en este asunto.
Por lo demás, paciencia.

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